Artículos Destacados

sábado, enero 23, 2010

Más que una separación geográfica

El lunes la mañana, la presidenta de Chile que está terminando su mandato con índices históricos de popularidad y que hace cuatro años le ganó a Piñera la presidencia de la nación con un 53% de los votos, desayunó con el nuevo presidente electo, en el domicilio particular del triunfante.

Mientras escuchamos la acusación que Barbie es capitalista y que la Play Stations es un juego imperialista, tal vez para distraer la vista internacional de los cierres de supermercados, los controles de precios a manos del ejército y la apropiación de empresas privadas.

Mientras Aníbal trata a Mirtha de inculta e ignorante, y El Ministro Julio afirma que no le va a temblar el pulso para quedarse con Telecom, (la consigna es distraer la atención sobre el avasallamiento estatal al Banco Central). Pasando el macizo de Los Andes, se estaba desarrollando una escuela de civismo democrático.

A las pocas horas de cerrada la votación de la segunda vuelta, fue reconocido el triunfo del candidato de centro derecha hasta por su mismo contrincante. Eduardo Frei con gran dignidad concurrió acompañado de su mujer y sus hijas, al bunker de Piñera y felicitó al ganador. Sin pérdida de tiempo Michelle Bachelet efectuó su saludo telefónicamente.

Institucionalidad

Y para que no queden dudas de la importancia que tiene la institucionalidad a la mañana siguiente, a pocas horas de la victoria, la Presidenta del país trasandino, concurrió a la residencia del futuro presidente para comenzar a darle forma a la transición que culminará con la formalidad el 11 de marzo en el acto de asunción.

Los actos de grandeza de estos políticos pueden resultar extraños para nosotros que en los últimos años nos hemos acostumbrado al patoterismo pre y post electoral.

El 22 de febrero próximo se realizará en Cancún la Cumbre del Grupo de Río, en la cual Chile va a recibir la presidencia temporal. Bachelet invitó a Piñera (de signo contrario),
a que la acompañe a esa cita internacional.

Concertación sin poder

La Concertación debe dejar el poder después de veinte años de gobiernos que tuvieron como norte el crecimiento del país. Y no por eso están incendiando Chile para que el sucesor encuentre solo ruinas. Están anteponiendo el valor de las instituciones a los intereses político-partidarios. Solo falta esperar el comportamiento de la futura oposición en el parlamento. Piñera no va con mayoría propia, y por eso apuesta desde un comienzo a la unidad y al consenso

Uno de los pilares del sostenimiento del sistema democrático es la alternabilidad en el poder. El secreto es la consecución de las políticas que están en ejecución y adaptar los proyectos que están pendientes del gobierno saliente y que terminan favoreciendo al país. Lo problemático es que esta cuestión no es debidamente comprendida a veces.

Debe quedar claro que la alternancia en el poder no significa construir un estado cada cuatro años. Algunos países lo entienden así; esa es la diferencia. Existe una conducta lineal en cuestiones de políticas de estado. Con el resultado electoral del domingo se dio un cambio político en Chile, pero que no parece traer aparejado cambios estructurales.

Voto de confianza

Luego de la trágica dictadura, la ciudadanía le dio a la izquierda un voto de confianza para llevar adelante un "mandato presidencial". Era lo que Chile necesitaba luego de Pinochet. Todo indica que ese mandato ya estaba caduco. Posiblemente la lectura del resultado electoral último sea que la sociedad hoy tiene otro mandato presidencial diferente y ven en Piñera la oportunidad de llevarlo adelante.

Argentina y Chile tienen tiempos históricos similares, comparten una posición geográfica, más de 5.100 kilómetros de frontera de norte a sur. Pero las diferencias se van acrecentando. Los chilenos se decidieron por el diálogo y la convivencia. Por la búsqueda de la moderación en las posiciones políticas. Por las tradiciones que no implican humillación.

El desayuno del lunes entre Bachelet y Piñera es una tradición que lleva más de noventa años. Nunca le prestamos atención. Hasta ahora.

La respuesta no es tan complicada. El nivel de bajeza política a la que se vio sometida en los últimos años nuestras competencias electorales nos cambió el eje. La agresividad verbal descontrolada, las denuncias de fraude, las acusaciones personales, el voto bolsón, la desacreditación pública de los candidatos. La duda sobre la legitimidad de un escrutinio, la degradación del espíritu democrático, eso y mucho más son la justificación para el asombro que nos invadió al ver la conducta de los contrincantes chilenos.

Idilio poselectoral

Seguramente este momento de idilio pos electoral en el país vecino no será eterno. Los problemas surgirán y marcarán las diferencias entre los polos de pensamiento, y con el ala dura de la derecha chilena que continua sostenida por un fuerte recuerdo pinochetista. Resta esperar que la misma fuerza que representa Piñera sea capaz de aplicar los anticuerpos necesarios para evitar dividir una sociedad en derechas e izquierdas. Hace poco Uruguay dio muestras de una civilizada sociedad preocupada por tener una buena transición democrática. Chile sigue el mismo camino. De un lado el Río de la Plata. Del otro la Cordillera de los Andes. A simple vista estos límites geográficos, se transforman en fronteras más profundas. Dividen algo más que dos países.

Por Patricia Lapegüe - Licenciada en Ciencias Políticas

Artículo original

Estudio del CESC confirma que Carabineros de Chile lidera ranking regional

Por tercer año, las comisarías de Carabineros de Chile fueron las mejor evaluadas en América Latina, superando las unidades policiales de México, Colombia, Perú y Bolivia.

La confirmación fue establecida por el Estudio Internacional “Semanas de Visitas a Estaciones de Policías”, que en Chile efectúa el Centro de Estudios en Seguridad Ciudadana (CESC) del Instituto de Asuntos Públicos de la Universidad de Chile y que cuenta con el apoyo de la subsecretaría de Carabineros
.
Cerca de setenta ciudadanos visitaron y le pusieron nota a 35 unidades de Carabineros ubicadas en las regiones Metropolitana, de Valparaíso y de O’Higgins en cinco categorías: calidad de la orientación hacia la comunidad, condiciones físicas de la unidad, igualdad de tratamiento al público, transparencia y condiciones de detención.

Tras el recorrido por calabozos, salas de estar, salas de operaciones y otras dependencias, los ciudadanos evaluadores respondieron veinte preguntas acerca de lo observado.

La evaluación de las unidades policiales también se realizó en México, Perú, Colombia, Bolivia y en países de Asia, África, Norteamérica y Rusia.

Al igual que en las anteriores evaluaciones mundiales (2006 y 2007), la 6ª Comisaría de Carabineros de San Vicente de Tagua-Tagua y la 2ª Comisaría de Graneros, en la Sexta Región, obtuvieron el máximo puntaje, lo que las convierte en las mejores unidades policiales en materia de calidad de atención a usuarios a nivel nacional y regional.

La policía chilena obtuvo 73,57 puntos, la mayor calificación en América Latina, seguida por México con 71,56. Más abajo se ubicaron Colombia, con 57,4 puntos y Perú con 51,87. Bolivia, en tanto, sólo tuvo 39,71.

Artículo original

Perú: Sería difícil reparar los tanques chinos

Un punto que falta solucionar en la oferta de los tanques chinos MBT-2000, es la fabricación de partes importantes en otros países, que no estarían comprometidos a dar una garantía por su funcionamiento. Esto podría terminar costando más al Estado peruano, sostuvieron fuentes militares rusas.

“Lo que casi no se ha mencionado es que en realidad no son tanques totalmente chinos, sino ucranianos en parte, porque tienen motor hecho en ese país que pertenecía a la Unión Soviética. Nadie sabe si ese país o la empresa que los fabricó se comprometería a darles mantenimiento, repararlos o repotenciarlos”, según funcionarios de la Embajada de Rusia en Lima.

Si bien China maneja tecnología muy similar a la de los países de la Europa del Este, en estas unidades MBT-2000 se incorporó este equipamiento extranjero que no puede cambiarse sin afectar el precio de venta. Inclusive, el equipo electrónico y mecánico para manejar el cañón tampoco ha sido hecho en la potencia asiática. “Son tanques trinacionales. Aparte de motor ucraniano, tienen el sistema del manejo de cañón fabricado en Bielorrusia”, señalaron.

Artículo original

Chile, como pais moderno, se aleja de los extremos

Las dos principales fuerzas políticas de Chile lucen hoy, ambas, como moderadas. Lo que cabe aplaudir, porque es lo que corresponde a un país que crece y se moderniza: estar lejos de los extremos.

Los chilenos -con un orden y respeto absolutamente envidiables- acaban de ungir a Sebastián Piñera como el próximo Presidente de su país. Así aparece -de lleno- en Chile ese valor implícito en las democracias serenas y maduras, al que llamamos alternancia. Al que los populistas procuran siempre desterrar, de mil maneras. Como queda claro con sólo mirar a cualquiera de los regímenes bolivarianos de la región cuyos líderes están empeñados en tratar de enquistarse en el poder.

Hace algo más de medio siglo (52 años) que los chilenos no elegían presidente a un candidato de centro-derecha. Esta vez el resultado de las urnas no fue una sorpresa, sin embargo. El triunfo del empresario Sebastián Piñera era esperado, pese a que al cierre de la campaña el oficialismo acortó algo las diferencias entre los contendores. No obstante, Piñera nunca dudó de que iba a ser elegido. Y así fue.

Con lo sucedido en su escenario político Chile continúa desterrando los extremos. O, al menos, a ponerlos en manos de minorías poco representativas.

La centro-izquierda -es cierto- se había alejado de los extremos al abrazar sin retaceos el modelo económico diseñado por Hernán Büchi que operaba y sigue operando con todo éxito, desde 1985. Hace más de veinte años, entonces.

Cuatro presidentes chilenos sucesivos, todos de centro-izquierda, respetaron a rajatabla lo esencial del modelo de Büchi. Con pequeños aportes que fueron sólo ajustes de sintonía, pero nunca de fondo. Porque los chilenos saben que ese modelo económico hace crecer y destruye pobreza. Tan es así, que desde 1998 al 2005 el índice chileno de pobreza cayó del 45% al 15%. Nadie puede poner esto en duda. Durante dos décadas Chile creció prácticamente sin interrupciones.

No obstante, ese modelo, basado en la defensa del derecho de propiedad y el respeto de las libertades económicas esenciales, jamás hubiera sido adoptado por Salvador Allende, quien hizo todo lo contrario en su paso por La Moneda. Como los izquierdistas radicales, Allende y los suyos habían abrazado los extremos, no la moderación.

Sus seguidores, no obstante, no resucitaron sus iniciativas, conscientes de que ellas hundieron a Chile en el caos y el atraso y se aferraron en cambio, con éxito, a un modelo económico exitoso, el de Büchi, respetándolo. Esto supuso consensuar una visión económica común para Chile. Más allá de las ideas partidarias del pasado. Alejándose así de las propuestas radicales, que habían fracasado.

Por esto, precisamente, es que Michelle Bachelet deja el gobierno con un impresionante 81% de imagen positiva. Lo que supone haber obtenido el reconocimiento y endoso de muchos hombres y mujeres chilenos que no militan, ni simpatizan, con la izquierda. Esto es una notable muestra social de madurez política que no puede dejar de reconocerse.

No obstante, gracias al hábil discurso demonizador de siempre -que la izquierda reitera hasta el hartazgo, en Chile como en todas partes- el centro-derecha no había podido desprenderse de una imagen absolutamente falsa: la de ser lo mismo que Augusto Pinochet, con todo lo que ello supone, en términos de aparecer como si fuera extremista. Imagen que Carlos Malamud describe como: “la pelambre de gorila”.

La calificación de fascista estaba casi implícita. De poco servía que dirigentes como Sebastián Piñera, precisamente, hubieran abiertamente votado por el no en 1998. El mote les era estampado. Y de alguna manera flotaba -falsamente- sobre ellos. A punto tal que, para algunos, la única fuerza moderada era el centro-izquierda. La centro-derecha, no. Un gran negocio político, muy lejos de la verdad.

La elección de Sebastián Piñera acaba ahora, creemos, de destruir ese mito o fantasma. La mayoría de los chilenos no cree más en él. Mira la realidad y no el humo. De esta manera, el centro-derecha luce ahora moderado a los ojos de la mayoría y se aleja, el también, de los extremos y de sus imágenes. Y, como ya lo hiciera la centro-izquierda se ubica, en la percepción político-social, en el centro moderado del espectro político.

Las dos principales fuerzas políticas de Chile lucen hoy, ambas, como moderadas. Lo que cabe aplaudir, porque es lo que corresponde a un país que crece y se moderniza: estar lejos de los extremos.

Como lo acaba de certificar la invitación de la OECD a que Chile se incorpore a ese grupo: el de los países confiables del mundo. Por su moderación, entre otras cosas. Seguramente porque tienen una visión común de su futuro, con los ejes centrales de la estrategia de crecimiento compartidos por todos. Esto es moderación compartida. Para aplaudir.

Emilio Cárdenas, Ex Embajador de la República Argentina ante las Naciones Unidas.

Artículo original

Los exitosos chilenos

¿Por qué un empresario millonario es elegido presidente? Porque fue capaz de sintonizar con los hijos de la Concertación: los exitosos chilenos. Trabajólicos, pragmáticos, amantes del éxito económico y que votaron por la opción que mejor solucionaba sus problemas.


Somos puro business y productividad

Un amigo y compañero de trabajo, Vicente Valjalo, siempre me recuerda que la modernidad chilena está engranada con lo que él denomina "la máquina". Una modernidad llena de transformación, ingeniería y de carreteras interurbanas que nos permiten llegar antes al trabajo y más eficientemente al aeropuerto. Hace poco escribió por ahí que "los chilenos somos puro business y productividad". No puedo estar más de acuerdo.

Durante los cuatro gobiernos de la Concertación, se terminó de consolidar un modelo de sociedad que pasó de poner el acento en el sistema político a uno que lo hace, con decisión, sobre el sistema económico. Cuando el tamaño del Estado es mínimo, nuestro futuro depende de la economía. En Chile, la importancia del sistema económico es tal, que una caída drástica y constante del crecimiento económico afecta la salud psicológica de las personas como así también la viabilidad del orden social y político.

La sociedad liderada desde la economía generó profundas transformaciones. Crecimos como nunca antes. Experimentamos una importante mejora de nuestro poder adquisitivo. Se fortaleció la clase media y la pobreza disminuyó significativamente. Hoy, casi todos creemos que nuestro estándar de vida es mejor que el de nuestros padres. Para qué seguir. Conocemos la historia. Desde lo cuantitativo casi nadie discute que estamos objetivamente mucho mejor que antes.

Este cambio de eje también trajo consigo cambios culturales. La sociedad economizada convirtió a los empresarios en semidioses, al punto de llegar a elegir a un multimillonario como Presidente de la República. Luksic, Angelini, Matte y Paulmann juegan un importante rol simbólico dentro de una sociedad que consume éxito económico. Y lo que es aún más importante: se terminó de configurar un nuevo ciudadano-consumidor. Personas menos ideologizadas y lo suficientemente pragmáticas como para pasar por alto las dudas éticas que existían sobre el candidato. Personas que después de 50 años fueron capaces de cruzar la línea roja y elegir un líder de derecha como CEO para Chile.
Los exitosos chilenos

Son variados los motivos por los que Piñera salió elegido presidente. Si partimos por lo básico, su competencia era bastante débil. La Concertación -la marca- estaba muy desgastada y su candidato -el producto- no era particularmente fuerte. La debilidad de la combinación marca-producto hizo más apetecible la opción por la alternancia. Además, varios capítulos de la campaña no fueron particularmente acertados. Todos nos informamos, con lujo de detalles, de los desórdenes del comando de Frei y la estrategia comunicacional de "más Estado" claramente olió a naftalina. ME-O también puso lo suyo; le hizo mucho daño a la opción oficialista y ahora que terminaron las elecciones, seguro le caerán las cuentas por pagar.

Sin embargo, hasta aquí no hemos nombrado el factor decisivo. Pienso que Piñera es el nuevo presidente electo porque -paradojalmente- fue quien mejor supo sintonizar con los hijos de la Concertación: los exitosos chilenos. El desarrollo institucional, social y económico que trajo la Concertación dio origen a un chileno más disciplinado, trabajólico, pragmático y orientado a metas. Un chileno al que no le queda otra más que rascarse con sus propias uñas. Un chileno que no puede perder su trabajo porque sabe que nadie lo ayudará a pagar sus cuentas de salud, educación, previsión social o vivienda. Obligados amantes del éxito económico y de todo aquello que les garantice una mejor situación de futuro.

Según el modelo 4C´s -Cross Cultural Consumer Characterization- de la multinacional del marketing y la publicidad Young & Rubicam, los exitosos son el perfil psicográfico que más ha crecido en Chile durante los últimos años, llegando a ser casi un tercio de la población. Tenemos una proporción mucho mayor de este perfil que el resto del continente. El exitoso chileno se siente orgulloso de lo que se ha logrado en el último tiempo y mira en menos al resto del vecindario. Es confiado y le gusta distinguirse del montón.

Es un segmento más competitivo que la media, que está bien informado pero que también anda bastante estresado por la vida. Buscan tener el control sobre su futuro personal y para ello están dispuestos a esforzarse y hacer grandes sacrificios. Y lo que es muy importante: aunque se concentran más en los segmentos medios altos, es un grupo tranversal.

Cuando se trata de consumo, los exitosos suelen preferir marcas sólidas y con los pies en la tierra: Nokia, Google, Coca Cola Zero, Subaru y Adidas. Ellas han demostrado la capacidad de hacer lo que prometen y superar las expectativas. Marcas con un desempeño funcional a toda prueba. Buenas marcas para consumidores que sienten merecer lo mejor.

Ésta fue la sensibilidad -bastante winner por lo demás- que comprendió y capitalizó Sebastián Piñera. Para ser bien concretos: no creo que Chile haya dejado de ser un país de centroizquierda. Yo creo que los 2/3 siguen fundamentalmente intactos. Lo que pasó fue que la gente consideró, por esta vez, que el candidato de centroderecha era la mejor opción para solucionar sus problemas de empleo, delincuencia y educación. Una propuesta cargada de eficiencia empresarial en un contexto de ineficiencia estatal. Pura diferenciación. La mejor opción racional, más allá de las ideologías, que ofreció el mercado político.
Chile Inc.

Piñera prometió, prometió y siguió prometiendo. Pidió una oportunidad para ganarle al desempleo y a la delincuencia. Mejor educación, salud y vivienda. Una oportunidad para restablecer la cultura de hacer las cosas bien y la sensación de urgencia. Hacer todo mucho mejor y más eficientemente que la Concertación. Ése fue su posicionamiento estratégico.

El fin último: ser un país desarrollado. Su acento no pasa por la reconciliación de Aylwin, la internacionalización de Frei, la transformación cultural de Lagos o la seguridad social de Bachelet. Su foco está en ser los mejores. Un país chico pero que ande como reloj suizo. Una compañía de nicho. El sueño de un empresario con poder político. Chile Inc.

El problema de su estrategia es un clásico, pero no por eso menos riesgoso. La sobrepromesa y la generación de expectativas desmedidas. Desde arriba se cae más fuerte. La gente pasará la cuenta -¿un año?- si no encuentra una respuesta tangible a sus demandas cotidianas. Cuando las marcas prometen desempeño, los consumidores demandan desempeño. Sobre todo, si éstos responden en su mayoría al perfil de los pragmáticos exitosos.

¿Será posible que Piñera haga rápidamente operativas sus promesas si prácticamente nadie -de los cerca de mil funcionarios públicos que se tendrán que reclutar por el nuevo gobierno- conoce, en la práctica, el trabajo que tiene que hacer y el contexto político en el que se tiene que mover? Por decir lo menos, lindo desafío.

Artículo original

Congreso de la Lengua Española ubicará a Valparaíso como capital cultural de Hispanoamérica

Destacados escritores, artistas y autoridades se darán cita en marzo en este evento, que antes se ha realizado en España, Argentina y Colombia, con amplia resonancia internacional.

Durante cuatro días, entre el 2 y 5 de marzo, Valparaíso se tranformará en la capital cultural de Hispanoamérica. El responsable será el V Congreso Internacional de la Lengua Española (CILE), cumbre que ha tenido comentadas versiones en ciudades como Valladolid y Cartagena de Indias, y que implicará el arribo al Puerto de resonantes figuras del mundo cultural.

El encuentro, por el que han pasado nombres como Gabriel García Márquez y Ernesto Sábato, es impulsado por el reconocido Instituto Cervantes, la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española, y debería significar un nuevo distintivo universal para Valparaíso, hasta donde desembarcarán ganadores del Nobel, ex mandatarios y distintos nombres del ámbito artístico, más allá de la literatura.

A casi un mes de que comience el evento, los organizadores de éste se encuentran en el país afinando detalles junto al Consejo de Cultura y las Artes, con cuyas autoridades estuvieron visitando las dependencias de la Ciudad Puerto donde se desarrollará el Congreso.

"Es una ciudad magnífica, casi es una metáfora del mundo hispánico, porque es un lugar que se ha construido por la confluencia de gente llegada desde lugares muy distintos. Es un lugar abierto por su puerto", dice sobre la ciudad sede el director académico del Instituto Cervantes y secretario general de los Congresos de la Lengua, Francisco Moreno.

Para el español, la idea de la actividad, que principalmente se realizará en dependencias de la Universidad Técnica Federico Santa María, no es sólo dejar las discusiones e ideas entre las paredes de esta casa de estudios. Su fin también es abrirse a diversos lugares neurálgicos de la ciudad porteña.

Según Moreno, uno de los objetivos del evento será conmemorar el Bicentenario de nuestro país y de otras naciones latinoamericanas. Y aunque aún mantiene en reserva los nombres de las figuras que asistirán al encuentro, en los primeros días de febrero éstos ya deberían ser públicos.

De todos modos, se estima que entre los confirmados (donde ya figuran Jorge Edwards y Mario Vargas Llosa) estarán los reyes de España, ex presidentes, ganadores del Premio Nobel, ministros de Educación, figuras de la literatura, académicos, empresarios, economistas e intelectuales de diversas áreas. En total serán más de 200 expositores y 1.200 participantes.

"Se dedicará una parte importante a la reflexión sobre lo que ha sido el desarrollo del español desde la época de la independencia, pero también hacia dónde nos está llevando el futuro como comunidad lingüística", menciona Moreno acerca de este evento.

"El mejor hasta ahora"

El director del Cervantes enfatiza que el Congreso cumplirá con dos ejes importantes: una función académica y otra ciudadana. En la primera, se realizarán exclusivos lanzamientos como el "Diccionario de Americanismos", la versión abreviada de la "Nueva Gramática de la Lengua Española", ediciones conmemorativas de Pablo Neruda y Gabriela Mistral, un sistema internacional de certificación del idioma (similar al Toefl inglés) y una antología de la poética hispanoamericana que incluye a autores que tienen entre 35 y 50 años.

Asimismo, se realizarán importantes homenajes, entre los que figuran Andrés Bello, Nicanor Parra y Gonzalo Rojas. Sobre estos dos últimos, Moreno detalla que, además de la asistencia del autor de "Poemas y antipoemas", estarán "importantes poetas hispanoamericanos que comentarán el momento de la lírica de esta región".

Por otra parte, no sólo tendrán opciones de participar quienes se inscriban en las sesiones que se realizarán en la Universidad. Los ciudadanos podrán asistir gratuitamente a una Feria del Libro que se desarrollará en el ex Frigorífico, y podrán ser testigos de la primera vez que se expongan las caracolas de Pablo Neruda en la Plaza Sotomayor. También se podrá observar litografías de Roberto Matta sobre "El Quijote" en el lobby del establecimiento de educación superior.

Además, habrá muestras de una veintena de artistas iberoamericanos en los cerros y planicie de la ciudad, con el objetivo de inundar a Valparaíso de esta verdadera fiesta cultural. El broche de oro del Congreso estará a cargo de importantes músicos, que harán un concierto de clausura en la Plaza Sotomayor.

"Yo creo que será el mejor congreso de la lengua que se haya celebrado hasta ahora", comentó el director.

Artículo original

Chile: Perdieron las viejas etiquetas

Es equívoco decir que en las recientes elecciones en Chile ganó “la derecha” y perdió “la izquierda”. Como en muchos otros casos las viejas etiquetas —esas denominaciones de las que nos servimos para hacer más simples e instantáneos los mensajes— se prestan a engaño.

Otra manera de decirlo: La novedad del triunfo de Sebastián Piñera es que en Chile han muerto la “izquierda” de Salvador Allende y la “derecha” de Augusto Pinochet. Ha ganado una modernidad que va más allá de las etiquetas del siglo pasado. Cierto, como vestigios se colaron en la foto del triunfo algunos personajes del más rancio conservadurismo moral y afines al pinochetismo; del mismo modo que en las filas de los derrotados —“la concertación”— hicieron ruido unos cuantos nostálgicos del añoso Frente Popular y del estatismo rampante. Pero tales fantasmas, a uno y otro lado, son en realidad los grandes derrotados.

Sebastián Piñera es un empresario exitoso, un creyente en el libre mercado y también es un personaje que no tiene empacho en pronunciarse a favor de darle estatuto jurídico a las uniones de parejas homosexuales; lo cual, por cierto, es anatema para los que añoran los días de Pinochet. Sebastián Piñera es un liberal en el sentido clásico, europeo, del término: no quiere que el Estado se meta a ordenarle a la gente qué hacer en la cama, ni qué hacer con su dinero o con su trabajo. Aquí es donde nuestras etiquetas, todavía al uso, revelan su disfuncionalidad. De acuerdo a esas etiquetas polvosas y amarillentas —izquierda y derecha— solemos creer que quien defiende a capa y espada la libertad de las personas en la esfera moral es por definición de “izquierda”, pero también solemos creer que defender la libertad de las personas en la esfera económica, frente a la arrogancia del Estado, sólo lo hace la gente de “derecha”.

Se ha escrito que uno de los motivos de la derrota de Eduardo Frei, el candidato de la concertación con orígenes en la democracia cristiana de antaño, fue que se contagió del “izquierdismo”, aquella enfermedad infantil que describió nada menos que Lenin. Cito a un colega chileno, Carlos Peña, que hace una semana describía el fenómeno en el diario El Mercurio:

De una manera incomprensible, en la vieja disputa entre el Estado y el mercado, Frei ha sido más papista que el Papa. Como si los chilenos anhelaran huir de sí mismos, ofreció anegar amplios espacios de la vida, desde la educación a la salud, con la presencia del Estado (lo que halagó al izquierdismo); pero se trató de una oferta poco atractiva para aquellos cuya voluntad es necesaria para ganar la elección (los hombres y las mujeres de a pie que sienten que su vida depende de sí mismos).”

Desde otro punto de vista: los competentes gobiernos en Chile de “la concertación” —que fueron en su momento la mejor expresión funcional para aglutinar un “no” rotundo y unificador a Pinochet—parecen haber llegado a su fin, porque la sociedad chilena, afortunadamente, ya no quiere entenderse a sí misma en función de esa división tajante en hemisferios irreconciliables: a favor o en contra de Pinochet. Quiere vivir y arriesgarse por su cuenta, plural, rica y diversa, como una sociedad adulta.

Y se ha lanzado confiada a la aventura de la alternancia porque tiene detrás instituciones democráticas que ya son sólidas y maduras. Libertad y ley, otra vez.

Artículo original

Chile se mueve

Desde hace 7 años el país viene con bajo nivel de crecimiento. La productividad se redujo.

Desde hace 11 años he asistido a acontecimientos importantes en los países por donde mi carrera empresarial me ha llevado. Viví en Costa Rica entre 1999 y 2004, siendo testigo de un gran crecimiento del turismo, la megainversión de Intel y la aparición de una nueva opción electoral que irrumpió un bipartidismo tradicional. Luego, de 2004 a 2007, pude ver cómo Brasil se convirtió en la nueva estrella emergente en manos de un Mandatario, ex dirigente sindical. Desde 2008 resido en Chile, y hoy me toca vivir la transición de 20 años de gobierno de la Concertación, una alianza de izquierda, a un gobierno liderado por un empresario de centro-derecha.

En este caso, las preguntas más frecuentes y difíciles son dos. ¿Cómo el gobierno de una Presidenta con nivel de aprobación de casi 80% pudo perder las elecciones? ¿Por qué la coalición de izquierda bien organizada, que ha gobernado con muchos logros, pierde las elecciones frente a un representante de la centro-derecha?
De la forma más objetiva, estos 7 puntos podrían responder:

1. Los errores del proyecto Transantiago. El proyecto de transporte urbano en Santiago fue un desastre económico y dejó a los usuarios muy insatisfechos. Un monumento a la ineficiencia que desprestigió al Gobierno.

2. Las primarias deben ser efectivas. La elección del candidato de la Concertación no dejó satisfecho a todos, principalmente a los jóvenes, quienes se rebelaron ante el proceso nominativo surgiendo Marco Enríquez-Ominami.

3. La ropa sucia se lava en casa, pero con un excesivo afán de transparencia se evidenciaron públicamente los problemas internos de la Concertación.

4. El desempeño cuenta. Desde hace 7 años el país viene teniendo bajo nivel de crecimiento. La productividad se ha reducido y su competitividad afectada sobre todo por los costos de energía.

5. El nivel de aceptación del Presidente no garantiza las elecciones. En Perú, Toledo tenía aprobación menor a 20% y Alan García ganó. En Chile, Bachelet tiene el 78% y la Concertación perdió. Las elecciones dependen de los candidatos y circunstancias propias.

6. La oposición debe estar unida. La Alianza, coalición que apoya a Piñera y que no ha sido gobierno por 52 años, ha estado unida con un abanderado claro, no alineado con la dictadura y conquistando a los menos polarizados.

7. Curiosidad por la alternancia. Muchos compraron la idea que 20 años es mucho, y que una alternancia en el poder fortalecería la democracia con bajos riesgos, sobre todo porque la política exterior y la económica en Chile son políticas de Estado.

Por eso Chile se mueve, con seguridad y expectativas.

Artículo original

Escalona pacta salida de presidencia PS

Desde el martes, el presidente del PS, Camilo Escalona, se desplaza a todos lados en compañía de un carabinero de civil. La escolta no será el único cambio en el panorama del senador: hoy está previsto que deje la conducción del partido durante la reunión del pleno del comité central, que sesionará en el ex Congreso. Junto a él, también lo hará el resto de los integrantes de la directiva, entre ellos, los senadores Juan Pablo Letelier e Isabel Allende, el ex ministro Ricardo Solari y el diputado Marcelo Schilling. Se espera que la colectividad quede dirigida por el alcalde Sadi Melo, nombre propuesto por el propio senador, y que ayer era objeto de negociaciones con todos los sectores. Sólo en los últimos días, Escalona -sindicado como uno de los responsables de la derrota de Eduardo Frei- inició conversaciones para buscar una salida a la crisis que afecta al partido y que se agudizó tras el triunfo de Sebastián Piñera. Todos los diálogos tuvieron un requisito intransable: el propio senador debía dar un paso al lado, tal como se había acordado a fines del año pasado.

Artículo original

Pisco 'sour' al pie de los Andes

Un Santiago de Chile renovado, con espacios para la música y el arte, espera al viajero. Con visitas al museo precolombino y al mercado central. Más un homenaje a la poeta Gabriela Mistral

No es una ciudad del todo caminable, por extensa y a tramos descoyuntada, pero ahora que allí es verano, yo sugiero una pequeña guía del paseante de Santiago de Chile. En primer lugar es aconsejable alojarse en el llamado centro histórico, que no todos los santiaguinos recomiendan al atardecer. A mí no me pareció ni lúgubre ni inseguro, mientras que, durante mi estancia de una semana, la alto-burguesa y vigilada zona residencial de Las Condes sufrió el atraco armado a una joyería de lujo y un atentado anarquista en un hotel de cinco estrellas.

Santiago no es deslumbrantemente hermosa ni tiene grandes museos al modo de Buenos Aires o São Paulo, por citar capitales de su hemisferio, pero, entre otras virtudes (sus librerías son, también, excelentes, y muy numerosas), le saca un gran partido estético a sus desniveles de terreno, además de proporcionar al viajero aéreo -si vuela en días claros- la imagen portentosa de los Andes como una corona rugosa y esbelta encima de valles pelados que poco a poco se hacen más fértiles hasta llegar al marco de rascacielos del noreste de la capital.

Pero dejemos los altos picos de nieve casi perpetua y volvamos a las colinas; a pocos cientos de metros de la zona política, comercial y bancaria que se extiende por los aledaños de las céntricas plazas de la Constitución y de Armas, y dando un paseo, el viajero puede acceder al cerro de Santa Lucía, un peñasco que en el siglo XIX fue embellecido por el alcalde Vicuña con pabellones clásicos, fuentes, parterres y sendas boscosas, y hoy constituye uno de los reductos preferidos de los habitantes de la ciudad, en especial de las parejas de novios. La vista que se divisa desde su punto más alto, la Torre Mirador, no es tan espectacular como la ofrecida por el más lejano cerro de San Cristóbal (que tiene teleférico y funicular), pero, a cambio, sus dimensiones y rincones resultan más deliciosos y humanos.

Alrededor de Santa Lucía está el barrio de Lastarria, lleno de restaurantes muy agradables, y con un pequeño Museo de Artes Visuales, donde lo más destacado es el mural cerámico del exterior, obra tardía del gran pintor nacional (aunque viviese muy poco en Chile) Roberto Matta; de él puede verse una buena selección de grandes cuadros del periodo puramente surrealista en el Museo Nacional de Bellas Artes, una grandiosa mole de estilo francés decimonónico, que es el preponderante en los edificios institucionales de Santiago. Más al norte, pasando el parque Forestal y la línea del macilento río Mapocho, está otro de los bonitos barrios céntricos, el de Bella Vista, con viviendas bajas pintadas de colores vistosos (la mayoría ocupadas ahora por locales de gastronomía y ocio), y La Chascona, una de las mansiones que Pablo Neruda poseyó. Aunque es la más urbana de todas, en comparación con las que habitaba en Isla Negra y Valparaíso, La Chascona también cuenta con el bric-à-brac marino tan querido (y coleccionado) por el poeta.

El museo de las cartas

Si el paseo lo hacemos hacia el sur de la larguísima avenida O'Higgins, nos espera la parte más monumental de la ciudad, en torno a la plaza de Armas, con la más bien feota catedral, de una grandilocuencia desprovista de gracia o mérito artístico. Airosa y hasta noble, a su lado, es la sede central de Correos, donde hay además un encantador Museo Postal que no sólo los pocos adeptos que quedan a escribir y mandar cartas apreciarán. Devastada sucesivamente por los terremotos, apenas nada queda en Santiago de la arquitectura colonial; la Casa Colorada, hoy abierta como oficina turística y Museo de la Ciudad, es una excepción que no pasa de llamativa. Es excelente, por el contrario, el Museo Colonial de San Francisco, junto a la desfigurada iglesia del mismo nombre. Albergado en torno al claustro del convento, el museo tiene una buena colección de pintura sacra local, muy influida por la escuela barroca andaluza, y, como curiosidades, un pollo suelto por el jardín, mascota de los empleados, y un santuario dedicado a Gabriela Mistral, con reliquias y documentos acreditativos de su Nobel de Literatura. Acabada la visita es inexcusable recorrer el llamado barrio París-Londres, que arranca al norte de la plaza de San Francisco y ofrece, en el reducido perímetro donde confluyen esas dos calles, Londres y París, un estupendo conjunto de palacetes de estilo ecléctico asombrosamente respetados.

Muy cerca de la segunda gran plaza del centro, la de la Constitución, se halla el otro museo altamente recomendable de Santiago, el de Arte Precolombino, donde se ofrecen ejemplos de escultura y cerámica provenientes no sólo de la aborigen Chile (son impresionantes los atavíos funerarios de los indios mapuches), sino también de Perú y México. El paseante con memoria histórica puede visitar el interior del palacio presidencial de la Moneda, reconstruido fielmente tras el bombardeo de los militares golpistas en septiembre de 1973.

En el mercado central aún se vende en los puestos, sobre todo frutas, pero la mayor parte de su espacio lo ocupan los restaurantes populares de pescado y marisco, especializados en los inmensos erizos de mar, las ostras y los diferentes ceviches. Está mal visto que uno empiece a comer sin beber un pisco sour, el cóctel peruano que los chilenos dicen haber inventado antes. Casi frente por frente, y con una estructura de hierro traída de Francia, la estación Mapocho ya no acoge trenes, sino un público ávido de asistir en sus reconvertidas instalaciones a conciertos, exposiciones y conferencias.

Artículo original

Carlos Mesa: Sebastián Piñera sólo se diferenciará de Bachelet por las sonrisas

Más allá de las sonrisas, el gobierno del electo presidente de Chile, Sebastián Piñera, no será diferente al de Michelle Bachellet en la relación con Bolivia, afirmó el ex presidente de ese país, Carlos Mesa.

En diálogo exclusivo con Hoy por Hoy de CPN Radio sostuvo que Bolivia no avanzó “un milímetro” en el tema marítimo, durante los 4 años de la administración de Bachelet Jeria.

Mesa Gisbert opinó que el jefe de Estado boliviano, Evo Morales, quien acaba de iniciar su segundo mandato, podría caer en la tentación de obtener el poder total.

Artículo original

¿Cuándo se jodió la Concertación?

Hace algunos años el escritor peruano Mario Vargas Llosa se preguntaba ¿Cuándo de jodió el Perú? mientras cavilaba sobre su país. Hoy se hace necesario que nos preguntamos también en Chile ¿cuándo se jodió la Concertación?

Después del estrepitoso fracaso electoral reciente, hemos conocido toneladas de sesudos análisis que buscan encontrar una explicación, sino justificación, para dicho evento.

Por cierto, mucha tinta ha manado de las plumas de quienes precisamente jodieron a la Concertación, autoproclamándose ser los nuevos porta estandartes de las banderas de la renovación, esquivando cualquier asomo de autocrítica personal.

Más allá de esos análisis, es la propia cotidianeidad política la que nos entrega la respuesta.

En estas horas, arde la cúpula Concertacionista por todos sus costados, tras el numerito que se mandó la directiva del Partido Radical, al llegar a un acuerdo de gobierno de la Cámara de Diputados con la derecha.

¡Traición! Se escuchó decir por los pasillos del Congreso; ¡renuncien todos los Ministros y Subsecretarios Radicales! pidió un acalorado Diputado.

Falta por ver aún como se buscará desenredar este nuevo desaguisado, para que un dirigente aparezca en los próximos días por televisión diciendo que “se ha dado por superado el impasse”, barriendo la basura debajo de la alfombra, por supuesto hasta un próximo numerito.

Todo esto no es sino consecuencia de un hecho medular: La Concertación dejó hace mucho tiempo de ser un conglomerado político con un factor aglutinante común que llamaremos un proyecto de país compartido, al cual concurren diversas fuerzas políticas en un pacto leal y honradamente acordado.

En un recodo del camino se perdió la afectio societatis, siendo reemplazada por un acuerdo de fachada que ninguno de los comensales estaba dispuesto a cumplir en su fuero interno, acicateado por sus intereses personales, de pequeños grupos que expresan lo más nefasto de la faz agonal de la política. Es decir, la Concertación perdió su inspiración inicial, siendo reemplazada por prácticas de sus cúpulas condicionadas por las luchas por alcanzar más poder.
Hoy, la situación ha alcanzado extremos impensables siendo un ejemplo muy didáctico de ello lo que llamaremos el “numerito Radical”.

Cuando los intereses de grupos, las deslealtades, la falta de solidaridad y la corrupción política campean por los corrales concertacionistas, la credibilidad, elemento fundamental al momento de concursar, se resiente profundamente y ocurre lo que tiene que ocurrir: el pueblo, le quita su apoyo a ese grupo y opera lo que hoy en día está en boca de todos: el cambio, palabra mágica que simplemente significa pérdida de confianza.

Mientras no seamos capaces de ser leales, creíbles, transparentes, honrados y consecuentes entre nosotros mismos, y a partir de esas premisas construir un proyecto de país que interprete a la mayoría, no tenemos derecho a llorar como hoy en día se escucha por ahí reclamando por lo mal agradecidos que son los chilenos con la Concertación.

Finalmente, ¡cuidado! Hay muchas voces que hoy día se escuchan enarbolando la renovación, provenientes precisamente de los que jodieron a la Concertación. Alerta con aquellos que ya están pretendiendo encabezar una renovación de talante gatopardista.

Artículo original

Repercusión regional del triunfo de Piñera

Por Rosendo Fraga

En las elecciones presidenciales que tuvieron lugar en América latina entre 2005 y 2009, quedó una región políticamente heterogénea con tres líneas.

Se consolidó una línea de izquierda social-demócrata o de izquierda moderada con la elección de Bachelet en Chile, la de Vázquez en Uruguay y la reelección de Lula en Brasil. Recientemente, la elección de Funes en El Salvador fue una manifestación en América central de esta tendencia.

Paralelamente, se afianzó la línea de izquierda populista reunida en el Alba, ya que al eje Cuba-Venezuela, fue sumando sucesivamente a Bolivia con la elección de Morales, Nicaragua con la de Ortega, Ecuador con la de Correa y Honduras con el cambio de posición de Zelaya.

Pero también se articuló una tercera línea de centro-derecha, caracterizada por la buena relación con Washington, tanto en lo económico como en lo estratégico. La reelección de Uribe en Colombia, la elección de Calderón en México y la de Alan García en Perú, a las que se sumó la de Martinelli en Panamá el año pasado, las fueron definiendo.

La Argentina y Paraguay quedaron oscilando entre la izquierda moderada y la populista y Chile, que si bien en lo político e ideológico se ubicaba en la social democracia, en lo económico se asemejaba más a los países de centro-derecha. Quizás ahora con Piñera, Chile pase a engrosar la línea de centro-derecha con México, Perú y Colombia.

En el ámbito específicamente sudamericano, las relaciones de Perú y Colombia con los países del Alba, y en particular con Venezuela, no han sido fáciles y pienso que no lo serán para Piñera.

Pero el pragmatismo brasileño, que le permite al mismo tiempo mantener buenas relaciones con Colombia y Venezuela -los dos extremos ideológicos en América del Sur-, hará que la relación de Brasil con Piñera no tenga dificultades. Si en octubre del año que viene el PT fuera derrotado en dicho país, el perfil político de la región cambiaría, dado que al cambio registrado en Chile se sumaría el del principal país latinoamericano.

En el caso argentino, la cuestión que enfrentará Piñera es más la personalidad del matrimonio Kirchner que su ideología.

Es claro que el kirchnerismo no tiene simpatía por los presidentes de centro-derecha. Las relaciones con Uribe, Calderón y García no son buenas. Además, históricamente la derecha chilena ha estado más alejada de la Argentina que la izquierda.

Pero en el caso de Piñera, la cuestión central será manejarse con un gobierno argentino que hace del conflicto la clave de la acción política.

Artículo original

Piñera: ¿Nuestro Berlusconi?

Por Andrés Oppenheimer

La opinión generalizada en los medios periodísticos es que el presidente electo chileno, Sebastián Piñera, será una versión latinoamericana del polémico primer ministro italiano Silvio Berlusconi: ambos son magnates convertidos en políticos centroderechistas, que ganaron elecciones en parte gracias a sus imperios mediáticos y sus equipos de fútbol.

¿Pero se convertirá Piñera en "nuestro Berlusconi", como ya lo llaman algunos?
De hecho, existen cinco poderosas razones por las que es improbable que Piñera termine como el líder italiano -un blanco constante de escándalos políticos, comerciales y sexuales- y una razón menos plausible por la que podría terminar siendo igualmente polémico.

Empecemos por las diferencias. En primer lugar, Piñera tiene una base académica mucho más sólida que el primer ministro italiano, y -de hecho- que la mayoría de los líderes mundiales. Piñera se graduó en el primer puesto de su promoción de Ingeniería Comercial en la prestigiosa Universidad Católica de Chile, y luego obtuvo un doctorado en Economía en la Universidad de Harvard. Se trata de una formación académica difícilmente superable, y mucho más profunda que los cursos de un año de duración que muchos políticos latinoamericanos hacen en Harvard para poder poner el nombre de esa universidad en sus hojas de vida.

Tras lograr su doctorado con una tesis sobre la economía de la educación en los países en desarrollo, Piñera enseñó economía en Harvard y luego en cuatro universidades chilenas durante 16 años, mientras construía su imperio empresarial.

En comparación, Berlusconi se graduó de abogado, escribió su tesis sobre los aspectos legales de la publicidad, y nunca más volvió al ámbito académico.

En segundo lugar, Piñera tiene mucha más experiencia política de la que tenía Berlusconi en el momento en que se convirtió en primer ministro.

El presidente electo chileno fue senador desde 1990 hasta 1998, iniciando su carrera política dos décadas antes de ganar la presidencia.

En comparación, Berlusconi se presentó como candidato a primer ministro "antipolítico" en 1994, prácticamente sin antecedentes en cargos públicos, y ganó.

En tercer lugar, la carrera empresarial de Piñera ha sido mucho menos polémica que la de Berlusconi. Mientras el primer ministro italiano ha enfrentado acusaciones de estar vinculado con la mafia, de fraude impositivo y de corrupción -el 5 de julio del 2008 admitió: "Soy la persona que ha batido todos los récords de juicios en su contra en toda la historia de la humanidad"- la carrera empresarial de Piñera ha sido mucho más tranquila.

El presidente electo chileno tiene el mérito, entre otros, de haber convertido a LAN Chile en una de las más grandes y tal vez mejores líneas aéreas del continente americano.

En cuarto lugar, Piñera ha estado casado durante 36 años, tiene cuatro hijos y es conocido como un hombre de familia.

En comparación, Berlusconi se divorció dos veces y ha estado en el centro de una seguidilla de escándalos sexuales, el más reciente de los cuales involucró a jovencitas de un servicio de acompañantes que el año pasado fueron invitadas a sus fiestas privadas en su mansión de vacaciones en Cerdeña.

En quinto lugar, Piñera posiblemente sea menos derechista, y más respetuoso de las instituciones políticas, que Berlusconi. A diferencia de algunos de sus partidarios, Piñera se opuso al dictador Augusto Pinochet en la década de 1980 y ha sido más bien liberal en lo referido a los temas sociales. Durante la campaña, Piñera se manifestó a favor de la unión civil de los homosexuales, lo que provocó la ira de los sectores más conservadores.

¿Qué podría convertir a Piñera en un Berlusconi latinoamericano? Sus críticos dicen que Piñera, como la mayoría de los empresarios que empezaron desde abajo, es un hombre hiperactivo con una personalidad muy fuerte, que a veces bordea con la arrogancia. Si no la controla, es posible que sus estallidos verbales generen más titulares que sus logros en el Gobierno, aseguran.

Mi opinión: Siempre he sido un gran admirador de los Gobiernos de la coalición izquierdista chilena, que ahora dejarán el poder. No solo han demostrado que puede existir una izquierda responsable y globalizada en Latinoamérica, sino que -lo que es más importante- lograron reducir el índice de pobreza del 43% al 13% de la población en los últimos 20 años. Eso es un logro que no tiene parangón en la región.

Si Piñera hubiera apoyado la dictadura de Pinochet, o prometido eliminar algunos de los logros de los Gobiernos chilenos recientes, o tuviera propensión a los escándalos personales, me costaría augurarle una buena gestión. Pero es probable que Piñera encabece un Gobierno centrista que buscará acelerar la marcha de Chile hacia el primer mundo. Por ahora, parece ser mucho más promisorio que un Berlusconi latinoamericano.

Artículo original

Argentina: Un papelón con la Fragata Libertad

Por orden presidencial, abandonará antes de tiempo la regata del Bicentenario, que la Argentina organizó.

Todavía no zarpó, pero el buque escuela Fragata Libertad ya perdió la posibilidad de ganar la regata Velas Sudamérica 2010. Por razones presupuestarias, no completará la prueba náutica para la cual, desde 2006, las armadas argentina y de Chile son anfitrionas. El encuentro se iniciará en Río de Janeiro, el 31 del actual, y concluirá en Veracruz, el 28 de junio.

Paradójicamente, la novedad trascendió ayer al mismo tiempo que el ministro del Interior, Florencio Randazzo, les transmitió a José María "Pechito" López y a Peter Windsor -dueño de un nuevo equipo de Fórmula 1- la predisposición del Gobierno de aportar US$ 2.000.000 para que el piloto argentino se sume este año a ese circuito automovilístico internacional.

El Ministerio de Defensa, a cargo de Nilda Garré, no respondió ayer las consultas reiteradas que efectuó LA NACION para confirmar la versión proveniente de fuentes navales sobre que hace más de un mes le fue comunicado al jefe de la Armada, almirante Jorge Godoy, que no habría más fondos para que el buque escuela pudiera cumplir con la regata internacional de la que participarán 12 grandes barcos de América latina y de España, Portugal, Holanda y México.

Es más, ni siquiera hubo un sinceramiento oficial de la situación por parte de la Armada en el acto de orden de zarpada que se efectuó anteayer a bordo de la Fragata Libertad, aunque todos sus integrantes -314 tripulantes, al mando del capitán de navío Alfredo Blanco- y la plana mayor de la institución sabían que el buque abandonará la competencia náutica en Venezuela, dos pruebas antes de su finalización en México.

El jefe del Departamento de Comunicación Institucional, capitán de navío Roberto Ulloa, admitió que la Fragata Libertad abandonará la regata en Venezuela luego de difundir el itinerario oficial que no contempla los puertos de Santo Domingo y de Veracruz, a diferencia de la propia página web de la Armada que muestra el periplo completo.

Ulloa no se refirió al tema presupuestario, sino que habló de "recelo presidencial" por la imagen internacional de la Fragata Libertad.

El Encuentro y Regata Internacional de Grandes Veleros Velas Sudamérica 2010, tal el nombre completo del acontecimiento náutico de la región, comenzó a planearse hace casi diez años, cuando el actual jefe de la Armada era subsecretario de Relaciones Institucionales de la fuerza y había tomado como modelo de festejo náutico los usuales encuentros de grandes barcos que ocurren en Europa.

Formalmente los preparativos comenzaron en 2006, cuando el presidente Néstor Kirchner aceptó la propuesta, ya que coincidía con los festejos del Bicentenario de la Argentina, de Chile, de Venezuela, de Ecuador y de México.

Por aquellos días, se cursaron invitaciones a más de 30 grandes barcos del mundo, de los cuales sólo respondieron afirmativamente diez, exceptuando las fragatas anfitrionas Libertad y Esmeralda.

El año pasado, la Fragata Libertad efectuó su viaje de instrucción más corto de la historia por razones presupuestarias, como le volverá a suceder desde hoy, y para tener tiempo de ser puesta a punto para afrontar una prueba difícil, ya que la regata contempla la navegación en zonas críticas como el Atlántico Sur.

"Velas Sudamérica"
Anfitriones
Las Armadas de la Argentina y de Chile son las organizadoras de la regata internacional. Trabajan de manera conjunta desde 2006.

16 puertos
Velas Sudamérica 2010 fue diseñada para que los grandes veleros efectúen regatas entre 16 puertos del Atlántico y del Pacífico. Navegarán por el canal de Beagle y cruzarán el canal de Panamá.

Brasil, expectante
El velero Cisne Branco, de 76 metros de eslora, es la embarcación más moderna que participará de la prueba. Fue construida en 1999.

Holanda, clásico
El velero Europa, de Holanda, es el más antiguo de los que participarán de la regata. Navega desde 1911.

Perú, modesto
El barco más pequeño es el peruano Marte (20 metros de eslora). También participan los veleros Esmeralda (Chile), Gloria (Colombia), Guayas (Ecuador), Elcano (España), Cuauhtémoc (México), Sagres (Portugal), Capitán Miranda (Uruguay) y Simón Bolívar (Venezuela).

Artículo original

Las lecciones de Chile

Lo que el caso chileno nos puede decir sobre el actual proceso electoral en Costa Rica

Los resultados de las elecciones generales en Chile muestran una serie de paradojas que tienen suma importancia a nivel regional.

Comenzando por el hecho de que la coalición perdedora termine sus veinte años de conducción del país con una presidenta que tiene el apoyo del 80% de la población y con un país completamente transformado, que solo 30 días antes de los comicios ingresaba al selecto club de países desarrollados que conforman la OCDE.

¿Cómo es posible, entonces, que Concertación Democrática perdiera las elecciones?

Enseñanzas. Parece indudable que las enseñanzas del paradójico caso chileno son importantes para aquellos países que, como Costa Rica, eligen autoridades de gobierno este 2010.

La primera refiere al hecho de que la ciudadanía distingue las candidaturas específicas de la campaña, respecto de los resultados de gobiernos salientes del mismo color político.

Dicho de otra forma, aunque haya influencia favorable de gobiernos exitosos, esta no es suficiente para asegurar la victoria electoral. Es decir, el perfil de la candidatura específica tiene bastante mayor peso de lo que frecuentemente se cree.

La segunda lección refiere a algo que ya se ha experimentado en otras transiciones democráticas: una derecha surgida de una situación de dictadura puede transformarse efectivamente en una derecha moderna y orientada hacia el centro, que adquiera competencia como alternativa de gobierno, especialmente cuando la fuerza progresista que fue oposición a la dictadura lleve mucho tiempo en el gobierno. En breve, la derecha también puede modernizarse. Así pasó en España y ahora ha sucedido en Chile.

Sin embargo, las referencias anteriores explican por qué las dos últimas elecciones en Chile han sido reñidas. Pero el factor decisivo que permitió la ajustada victoria de Sebastian Piñera, ese 5% decantador, refiere a una enseñanza fundamental para el campo de las fuerzas progresistas.

Como se manifestó en la primera vuelta, además de los votos propios del candidato concertacionista, Eduardo Frei, había más de un cuarto del electorado que se situaba en candidaturas a la izquierda de Frei, sobre todo a favor del candidato, surgido del partido socialista, Marco Enríquez.

Es decir, la suma aritmética del conjunto de la intención del voto progresista, se situaba en torno al 60% del electorado. Sin embargo, la mayor parte de ese 25% de voto progresista, originalmente aliado en la Concertación Democrática, no apoyó e Frei en la segunda vuelta electoral.

La responsabilidad de ello ocupa tanto a líderes como a votantes progresistas. Un medio de comunicación reproducía fielmente la expresión de uno de ellos: “Yo he anulado mi voto, pero creo que es preocupante la victoria de la derecha”.

Desde luego, la división fratricida del campo progresista no es algo precisamente nuevo. En la región, ha producido una saga de casos, desde Fujimori a Chávez, que son de lamentar; pero se remonta a hitos históricos más dramáticos, como el sucedido en la izquierda alemana que permitió el ascenso de Hitler al poder.

Todo indica que una mezcla de cálculos políticos erróneos y mucha inflamación hepática llevan a la división fratricida que luego lamentan los propios progresistas.

Mecanismos perversos. Dos mecanismos perversos potencian esa actitud. De un lado, la lógica según la cual los verdaderamente progresistas luchan mejor contra un gobierno de clara tendencia opuesta. Ya fue difícil superar en las transiciones la tentación izquierdista de pensar: “Contra la dictadura (Franco o Pinochet) luchábamos mejor”.

El otro mecanismo es tan viejo como el Imperio Romano: si no me gusta mi aliado (orgánico o natural) apoyo indirectamente al enemigo. Lo que suele suceder al final es que tanto el error político como la inflamación hepática acaban pagándose, como señala acertadamente el artículo de Luis Fernando Aragón ( La Nación , 16/01/10).

¿Tendrá algo que ver esta última lección del caso chileno con el actual proceso electoral en Costa Rica? ¿Estará reflejando esa división fratricida la encuesta de Unimer cuando muestra que los dos tercios del voto a la izquierda del PLN (PAC y otras formaciones menores), antes de votar por Liberación, estarían tentados a hacerlo por el Movimiento Libertario, que declara abiertamente su rechazo del Estado de Bienestar?

Estas son algunas reflexiones que pueden hacerse en Costa Rica a la luz del paradójico caso chileno.

Artículo original

Venezuela: ¡Sana envidia Chile!

Una bofetada democrática a los modelos revolucionarios, que poco practican la decencia

La victoria de Sebastián Piñera en Chile, es un digno ejemplo de tolerancia, transparencia y sentido nacionalista, que explica muy bien, por qué los chilenos apuntalan los índices de bienestar económico, confianza, gobernabilidad, seguridad jurídica y madurez política de la subregión.

El pueblo chileno -que sufrió los embates de una dura dictadura- ha sabido despertar con inteligencia y dignidad, de su letargo. Desde la victoria del No (plebiscito de l988), que abortó la permanencia de Pinochet en La Moneda, Chile ha venido registrando un ascenso sostenido en el plano social y económico. Con la llegada al poder del hoy derrotado candidato oficialista Eduardo Frei (1994-2000), comienza una era de concertación política y reformas, que trazó el camino contra la pobreza y la división. Frei potenció la economía bajo el esquema de inversión en infraestructuras, salud y energía, compensando la crisis asiática y la crisis energética de la sequía.

El Dr. Ricardo Lagos (abogado-politólogo de la Universidad de Duke), sucede a Frei Ruiz-Tagle (período 2000-2006). Adopta una política de apertura y de alta diplomacia, en medio de crisis ambientales, corrupción y polarización latente. Militante del Partido Socialista Chileno, mantuvo la unidad y superó la crisis territorial con Bolivia y Argentina, a la par de firmar TLC con China, EEUU, Corea y la Unión Europea. Lagos es reconocido por conducir la consolidación democrática de Chile. Entrega el poder a su ex ministra de Salud, la doctora Michelle Bachelet (médico-pediatra), quién llega a la Presidencia de la mano del Partido Socialista, logrando un nuevo período de estabilidad y bienestar, con una aprobación que culmina con un 80%. Cabe agregar que la doctora Bachelet, es médico formada en la Universidad Humboldt de Berlín, RD-Alemana (la del telón de acero), desde lo cual ha tenido el mérito de anteponer "lo mejor" de dos mundos.

Hoy un empresario próspero (banquero, socio de LAN Chile, egresado de Harvard), asume la presidencia de Chile por estrecho margen. El común denominador que ha prevalecido en los últimos 20 años de solidificación de la democracia chilena, ha sido el talante de sus mandatarios: sujetos educados, civilistas, cuyo monolítico sentido estadista y gerencial, ha hecho de Chile una nación del primer mundo. No por casualidad Bachelet saluda a Piñera y le felicita cordialmente. No por acaso, Frei reconoce su derrota y ofrece colaboración, a pocas horas de un conteo manual. Gestos que están muy lejos del desconocimiento procaz y escatológico. Una bofetada democrática a los modelos revolucionarios, que poco practican la decencia y la compostura como ejemplo de poder. Felicitaciones Chile. ¡Sana envidia!

Artículo original

Entra en vigencia el Tratado de Integración y Cooperación entre Chile y Argentina

La Cancillería chilena informó que con fecha de hoy entró en vigencia el "Tratado de Integración y Cooperación" entre Chile y Argentina, suscrito por las presidentas Michelle Bachelet y Cristina Fernández, el pasado 30 de octubre.

"Con esta fecha y habiéndose cumplido todos los trámites legislativos tanto en Chile como en Argentina, entra en vigencia el "Tratado de Integración y Cooperación entre la República de Chile y la República Argentina", suscrito por las presidentas Michelle Bachelet y Cristina Fernández, el 30 de octubre de 2009", precisó un comunicado oficial.

El Ministerio de Relaciones Exteriores recuerda que el documento se suscribió en el municipio de Maipú "sitio histórico y simbólico donde los Libertadores de Chile y Argentina, Bernardo O'Higgins y José de San Martín, sellaron con un abrazo fraterno la Independencia de nuestro país".

"Este Instrumento, complementario al Tratado de Paz y Amistad de 1984, encausa y ordena los muchos mecanismos e instancias que configuran el actual entramado de la relación bilateral y la proyectan a futuro, siendo el marco de referencia que regirá las relaciones bilaterales durante las próximas décadas", añade el comunicado.

"Con su firma se ratificó la voluntad de ambos países de dinamizar y enriquecer la integración entre nuestros países, una de las más sólidas y asentadas en la región", subrayó la Cancillería.

El nuevo Tratado de Integración entre ambos países contempla la profundización de las relaciones bilaterales en un amplio abanico de ámbitos, desde el comercio a la cultura.

Sustituirá al Tratado de Paz y Amistad, firmado hace 25 años para desactivar un grave conflicto entre ambos países a raíz de la controversia sobre el Canal de Beagle, en el extremo austral del continente.

El Tratado de Integración contempla, entre otros aspectos, la creación de un grupo de trabajo para preparar un acuerdo de libre circulación de personas entre ambos países.

En el ámbito de las comunicaciones, se extenderán los sistemas de controles integrados a cinco pasos fronterizos, en concreto a los de Huemules, San Sebastián, Pehuenche, Dorotea e Integración Austral, para agilizar el flujo de personas y mercancías.

En el momento de la firma del tratado, la presidenta Cristina Fernández destacó que el convenio supone "una profunda convicción americana", que contribuirá a construir "una región diferente".

Artículo original

El ejemplo de Chile

"Aquí los políticos se critican desde las tribunas durante las campañas electorales y luego lo olvidan todo, aunque dejan en la ciudadanía el feo sabor de los enfrentamientos."

Cuando se supo que Sebastián Piñera se impuso al candidato oficialista Eduardo Frei, por un 51,9% de los votos frente a un 48,1%, la presidenta de Chile Michelle Bachelet llamó al candidato triunfante para felicitarlo.

"Hoy día la gente eligió democráticamente y lo eligió a usted como nuevo presidente de la República", señaló Bachelet, en una conversación que fue trasmitida por la televisión para toda América. El primer representante de la derecha en ganar una elección presidencial en Chile desde 1958, agradeció sonriente las palabras de la mandataria, sentado junto a su esposa y nueva primera dama, Cecilia Morel. "Le agradezco mucho sus palabras y quiero pedirle consejos y ayuda", le dijo Piñera a Bachelet, reconociendo su relevante experiencia de cuatro años.

A los argentinos les quedó un sentimiento de admiración y de frustración puesto que ese diálogo nunca se hubiera dado entre políticos de nuestro país. Por el contrario, aquí los políticos se critican desde las tribunas durante las campañas electorales y luego lo olvidan todo aunque dejan en la ciudadanía el feo sabor de los enfrentamientos. Lo usual es que si asume un opositor de alguna manera tratarán de deslucir su trabajo. Algo que se ha visto con claridad en las últimas décadas. Una conclusión primaria sería que el argentino no sabe actuar desde la oposición.

Es cierto -y tal vez aquí esté la clave- que Chile nos ha superado largamente en la educación, simplemente porque cada equipo de gobierno que llegaba trató de mejorar lo que estaba hecho. En la Argentina -por el contrario- cada nuevo ministro quiere concretar sus ideas y ello ha hecho que, al ir de cambio en cambio, se debilite el sistema.

Pero lo más interesante es que ese diálogo entre Bachelet y Piñera comenzó a borrar los perfiles de izquierda-derecha y se destacó que en Chile se vota abiertamente, no se demoran los escrutinios y se reconoce inmediatamente al ganador. Eso es democracia.

Otro hecho para tener en cuenta. Cuando se vió la gravedad de la situación en Haití, el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, citó a Bill Clinton y a George W. Bush, ex mandatarios que acudieron a la cita sin tener en cuenta sus posiciones personales, sino la gravedad de la situación. Cuando se producen estas demandas, estos encuentros, es porque se pone los intereses del país por sobre cualquier interés político-partidario algo que tendremos que aprender para fortalecer la democracia. Hay que admitir que cuando hay una cultura previa, los encuentros extrapartidarias son frecuentes.

Lo que nos toca de cerca. La presidenta Cristina Fernández de Kirchner pronuncia discursos cada vez más domésticos pero llegar a decir que no iba a China porque si Julio Cesar Cobos se queda a cargo de la presidencia desestabilizaría el gobierno, estuvo más allá del cálculo de cualquier ciudadano. A muchos, les dejó la impresión de que le falta dominio de las situaciones o que se encuentra en un momento político crucial, de otra manera no pueden entenderse ciertas actitudes.

En tanto, la consultora Mitofsky, reveló en su último informe que Cristina Kirchner es el jefe de Estado más impopular de América, la que aparece con la más baja calificación.

Con cierto aire de soberbia, en sus discursos ataca cada vez más frecuentemente a quienes considera sus enemigos u opositores. Es una forma rara de gobernar, ya que quien esté a cargo del Poder Ejecutivo debe gobernar para todos los ciudadanos del país.

Estos ejemplos no hacen más que revelar la fragilidad o la ausencia de la formación política en la Argentina. Algo que, antes o después, se deberá tener en cuenta si se piensa con sinceridad en el desarrollo y el progreso del país. Hoy los hechos políticos -que sobrepasan fácilmente los márgenes del entendimiento- confunden a buena parte de la ciudadanía porque carecen de una orientación clara en tanto encubren muy diversos intereses. Esa característica hace que la gente desconfíe de la política y de los políticos, o que se vuelva totalmente indiferente. Ninguna de las dos opciones favorece a la madurez del país.

Pese a las múltiples experiencias vividas -algunas muy dolorosas- a veces cuesta comprender las situaciones. Sobre todo, cuando falta claridad en los enunciados o cuando desde el gobierno se ponen trabas porque se está jugando un papel más ideológico que idealista.

Los ejemplos cercanos de Chile y Uruguay deberían servirnos a los argentinos. A esos países nadie le regaló nada, sino que tuvieron la capacidad para aprender sobre la marcha, saber utilizar las experiencias anteriores y así poder apostar a algo nuevo.

Artículo original

La elección de Sebastián Piñera en Chile y sus posibles impactos en la política exterior de Uruguay

Después de sus vacaciones, el politólogo Oscar A. Bottinelli, director de Factum, retoma sus habituales análisis políticos de los viernes.

Hoy toma como centro la elección del centroderechista Sebastián Piñera como nuevo presidente de Chile y los posibles impactos en la política internacional del continente y, en especial, sobre la política exterior de Uruguay.

EC – ¿Cómo es, exactamente, el enfoque de hoy?

OSCAR A. BOTTINELLI (OAB):
En Chile tenemos sin duda un cambio significativo: desde el fin del pinochetismo ha gobernado siempre la Concertación, una coalición de partidos políticos de centro a centroizquierda, donde los elementos básicos han sido de ideología demócrata cristiana, socialdemócrata, socialista y sus presidentes han sido Aylwin, Frei, Lagos y Bachelet.

Gana la centroderecha por primera vez; logró superar ese techo histórico, 45-46%, que no lograba hacerlo. Gana muy apretadamente, pero Chile es un régimen presidencial; aunque no tenga mayoría en la Cámara de Diputados, la impronta del presidente de la República -mucho más en política exterior- es muy alta. Es un régimen mucho más presidencialista que el uruguayo.

En cuanto a la región, nos vamos a centrar no en la elección chilena, ni aspectos comerciales ni económicos de las relaciones internacionales, sino en las relaciones de tipo político, a partir de lo que es la configuración del continente sudamericano, particularmente en estos últimos años.

EC – ¿Cuáles dirías que son los modelos o alineamientos en las relaciones políticas internacionales de los países sudamericanos?

OAB – Cabe aclarar que estamos hablando de los 10 países sudamericanos clásicos, sin incluir estos nuevos que están funcionando en la Unasur, como Guyana y Suriname.

Respecto a esto, podemos hablar de tres espacios. ¿Qué quiere decir espacios? Que no son necesariamente coaliciones de países, no son bloques en el sentido de conjuntos que funcionan armónicamente, ni ejes.

Uno es el espacio que puede considerarse más radical, más latinoamericanista o más anti-norteamericano, que tiene como elemento central ahí sí un bloque que es el ALBA (Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América), y está constituido a nivel sudamericano por Venezuela, Bolivia y Ecuador.

En este espacio gira a veces Argentina, sobre todo en el último período de Néstor Kirchner y ahora de Cristina Fernández.

Por otro lado, hay un espacio que se puede llamar más moderado, más conservador, claramente con Colombia y Perú.

Y un espacio intermedio, que se fue delineando básicamente en los últimos tres años –repito, no es un bloque, no implica que haya juegos, consultas y coordinación entre ellos-, es el de Brasil, Chile, Uruguay y, en cierto modo, Paraguay.

Ahora bien, no son cosas fijas y por lo tanto, cualquier movimiento puede impactar en esta configuración.

EC – Y con el triunfo de Sebastián Piñera, ¿hacia dónde puede cambiar Chile? A su vez, ¿qué efectos puede producir en la región?

OAB – Lo que es esperable que pueda ocurrir, no estamos diciendo que necesariamente ocurra (repito: no hablamos de lo económico, de la inserción económica internacional, de lo comercial, donde Chile tiene una línea muy estable), es que Chile deje de tener este juego de cierta equidistancia entre Colombia, de un lado, y Venezuela, del otro, y pase a jugar más cercano a este espacio que le hemos llamado más moderado o más conservador. Este es el cambio mayor que se puede producir, lo cual prácticamente debilita el espacio intermedio.

Uruguay, si bien es un país que tiene un peso internacional muy por encima de lo que es su tamaño y su población, es muy pequeño.

Brasil tiene un juego muy complicado, de querer jugar como “global player” (jugador mundial), pero no termina de jugar como líder de una región, que le preocupe estar en permanente consulta con sus miembros para sentirse liderados por él. Es un jugador difícil.

Además, Brasil tiene la inminencia este año de elecciones presidenciales. El régimen en el país norteño es también bastante presidencial, sobre todo en política exterior importa mucho el presidente. Está la continuación de Lula o está la elección de José Serra, que es un hombre que hoy está a la cabeza en las encuestas y se caracteriza por una línea anti Mercosur. Además, tiene una actitud claramente muy anti uruguaya. Más allá de que es el hombre de Fernando Henrique Cardoso, a Uruguay no le deja mucho espacio una presidencia de Serra. Entonces, el espacio intermedio prácticamente podría diluirse.

Esa es una de las posibilidades, no es que sea inexorable, pero es uno de los impactos fuertes que podría tener la elección de Piñera en Chile.

EC – ¿Y cómo puede impactar ese cambio de la política chilena sobre la política exterior uruguaya?

OAB – Veamos primero cómo ha sido la política exterior de este gobierno.

No era un tema de que porque estaba Reinaldo Gargano, Uruguay seguía una política determinada, sino que fue una política que definió el presidente Tabaré Vázquez apenas fue elegido. Hubo señales muy fuertes de acercamiento a Venezuela: el papel estelar de Hugo Chávez en la transmisión del mando el 1º de marzo -cuando todavía no se sabía quién iba a ser el canciller se definió eso-; el embajador en Venezuela, el brigadier Gerónimo Cardozo, un hombre, en ese entonces, muy próximo a Hugo Chávez desde el punto de vista personal; los contactos a nivel petrolero, luego los contactos a través de Ancap por parte de Daniel Martínez; las vinculaciones a través de la búsqueda de venta de software… Es decir, hubo un relacionamiento muy fuerte hacia Venezuela impulsado por el presidente de la República y naturalmente también por el ex canciller Gargano, un hombre muy convencido de una línea fuertemente latinoamericanista y regionalista.

Se produce un cambio no sólo de canciller, sino con un giro que va tomando Tabaré Vázquez, de alejamiento a Venezuela. Recordemos como un hecho simbólico cuando Tabaré Vázquez recibe muy cálidamente al presidente norteamericano George Bush. Bush pasó dos noches en Uruguay, prácticamente tuvo una jornada en Anchorena (estancia presidencial San Juan) y simultáneamente Chávez realizó un acto público de repudio a la visita de Bush, en Buenos Aires. Es decir que era un acto claramente de agresión hacia el presidente Vázquez. No digo que esta sea la causa, sino más bien la fruta que decora un alejamiento de Uruguay respecto a Venezuela. No es un alejamiento para volcarlo en contra, sino para ponerle una línea más distante. Esto se materializa muy claramente con las líneas de Gonzalo Fernández y luego con la sucesión de Pedro Vaz.

EC – Con esos antecedentes, ¿cómo puede pensarse que vaya a plantearse la política exterior al asumir José Mujica?

OAB – Cuando hablo de política exterior, hablo –valga la redundancia- de la política política, porque en la política de relaciones económicas tiene mucho énfasis el equipo económico -que será la continuación total del que estuvo durante el grueso del período Vázquez, con Astori a la cabeza y Fernando Lorenzo y Mario Bergara como grandes timoneles-.

El presidente Mujica habla de líneas muy abiertas en política comercial, más allá que este jueves hizo unas declaraciones respecto a dónde se comprarían autos oficiales, lo cual es un poco contradictorio con la apertura hacia Japón y China.

La política política va a estar en manos del futuro canciller, Luis Almagro, un diplomático de carrera, embajador en China en este período, pero un hombre del Movimiento de Participación Popular (MPP) y por lo tanto muy alineado en concepciones que también podemos llamar muy latinoamericanistas. Se presume que el papel de Almagro puede ser más de política global, de política volcada a los grandes problemas del mundo y sobre todo con muchísimo énfasis en el desarrollo de políticas comerciales.

El futuro vicecanciller, el subsecretario de Relaciones Exteriores, será Roberto Conde, que es diputado socialista, fue el primer presidente del Parlasur (Parlamento del Mercosur); es un hombre socialista-marxista, de muy sólida formación teórica, con convicciones muy firmes en política exterior. Para decirlo grosso modo, tiene gran sintonía con lo que ha expresado Gargano en su concepción de relaciones internacionales.

El canciller designado dijo que “no va a haber cambios en la política exterior”. Pero a veces los cambios son muy sutiles, son a través de pequeños gestos, a través de pequeños pasos que determinan énfasis diferentes en la política exterior.

EC – ¿Pero estos cambios podrían ocurrir por el hecho de que, con la asunción de Piñera en Chile, se debilita ese espacio sudamericano que tú llamabas “intermedio”, que hasta ahora han estado conformando Brasil, Chile, Uruguay y, en cierto modo, Paraguay?

OAB – Sí. Tenemos que tener en cuenta si se debilita este espacio. Uruguay no tiene una capacidad de ser un gran jugador intermedio; es un problema de tamaño, no de voluntad. Articular Uruguay con Brasil ha resultado muy difícil. Además, lo ve un ministro brasilero, que dijo: “Es un barrio de San Pablo”. A veces le cuesta entender a Brasil cuánto sirven y pesan los países pequeños, mucho más cuando tienen cierto porte en las relaciones internacionales.

Cuando los espacios desaparecen, un país como Uruguay no puede ser el gran constructor de espacios, sino más bien es un tomador de los mismos. Si desaparece el espacio, es volcado más hacia una postura o hacia otra por la inercia de los hechos. Y si la Cancillería tiene hombres que pueden estar mucho más proclive a un énfasis latinoamericano -que no es nada raro en el Frente Amplio, lo tuvo en la primera etapa de este gobierno-, podríamos encontrar que se diera no un alineamiento con el espacio más radical o más anti norteamericano, pero sí una mayor proximidad hacia ello que lo que pueden tener Colombia, Perú o el Chile de Piñera.

Por ejemplo, un caso simbólico que no cambia para nada la relación de Uruguay con el ALBA: no es lo mismo que a una reunión de jefes de Estado del ALBA Uruguay mande un diplomático de carrera de rango medio, como ha hecho en las anteriores reuniones, a que vaya el canciller o vicecanciller como observador. Esos son gestos que cambian los signos de una política exterior. Hoy, Uruguay es observador en las reuniones del ALBA.

Primero no hay que estar atentos a lo que va a hacer Uruguay, sino a qué pasa con Chile: si se produce el debilitamiento de este espacio, si hay un cambio importante en los énfasis políticos de la política exterior chilena. Si eso ocurre, quiérase o no va a repercutir en la política exterior de Uruguay desde el punto de vista, repito, de política política, no hablando ni de lo económico, ni de lo comercial.

Artículo original

Matrícula de colegios municipales cae a 37%, seis puntos menos que el año pasado

La Ministra de Educación adelantó que se trata de datos preliminares que podrían experimentar una leve alza en marzo, cuando comience el año escolar.

Según cifras preliminares del Ministerio de Educación, la proporción de alumnos matriculados en colegios municipales, sobre el total de estudiantes del sistema, representa el 37%.

Así lo afirmó la ministra Mónica Jiménez, quien contó que "tuvimos que hacer una prematrícula para poder entregar los textos y la alimentación escolar y (la proporción de matrículas municipales) anda entre el 35% y el 37%, lo que a mí me parece muy alarmante".

De todas maneras, la ministra advirtió que ese 37% no es una cifra definitiva, pues es la obtenida hasta enero de este año, y puede variar en marzo cuando comience el año escolar. "En diciembre muchos papás retiran a los niños y tratan de que queden en colegios particulares subvencionados y después vuelven en marzo porque no encontraron matrícula", dijo Jiménez.

Durante la última década, la cantidad de alumnos que estudia en establecimientos municipalizados ha experimentado una sostenida tendencia a la baja. En 2002 los alumnos municipales representaban el 52%, mientras que en 2008 ya eran sólo el 43%. En términos concretos, durante esos seis años fueron 326 mil los estudiantes que se cambiaron a colegios subvencionados.

De mantenerse la proporción entregada ayer por la ministra, desde 2002 la matrícula municipal habría bajado quince puntos porcentuales en siete años.

La Asociación Chilena de Municipalidades informó que los datos entregados por el Mineduc se corresponden con las proyecciones hechas a fin de año, cuando terminó el paro por la "deuda histórica" que sostuvieron los profesores. Desde entonces, la AChM esperaba que cerca de 100 mil alumnos se cambiaran al sistema particular subvencionados.

"No tenemos la posibilidad de corroborar la cifra hasta marzo, pero si es así, es muy lamentable", sostuvo el presidente de la AChM, Claudio Arriagada.

Las regiones más afectadas por el éxodo de alumnos hacia el sector particular subvencionados son las Metropolitana, Valparaíso y Concepción. Esto porque en ellas hay mayor oferta de colegios, a diferencia de las zonas rurales, y los apoderados tienen más opciones para cambiar a sus hijos.

Especial es el caso de la comuna de San Miguel, en la Región Metropolitana, donde hace una década había 10 mil alumnos en colegios municipales y hoy sólo tienen 4.500.

''En la atención de los niños más vulnerables los colegios municipales son mucho mejor que los particulares subvencionados. Eso es importante que lo sepan".

MÓNICA JIMÉNEZ, Ministra de Educación
Profesores temen perder más horas docentes y despidos

Aunque tanto la Asociación de Municipios como el Colegio de Profesores sienten que es muy temprano para aventurar predicciones, ambos concuerdan en que una de las maneras que los colegios se mantengan funcionando con menos alumnos es reducir la cantidad de horas que trabajan los profesores.

"Lo que pasa es que, mientras menos alumnos haya, menos subvención recibe la escuela y, con ello, tienen menos dinero para gestionarse", explicó Jaime Gajardo, presidente del gremio, quien mostró su preocupación por el futuro de cientos de profesores del sistema que podrían, incluso, perder sus puestos de trabajo en unos años más, si es que la tendencia a la baja de mantiene.

A su vez, descartó que la razón del éxodo de los estudiantes a colegios particulares subvencionados se deba a los reiterados paros en el sector municipal. "Aquí hay una causa política de un modelo de educación que no funciona y que pone a competir a municipios con carencias contra otros que no las tienen", argumentó.

De todas maneras, Gajardo prefiere ser optimista y afirma que "en el mes de marzo se va a llegar a un nivel entre el 43% y 45% de matrículas municipales".

Artículo original

La derecha, revalorizada

El triunfo de Piñera en Chile posee el mérito de revalorizar, al menos por ahora, la opción por una derecha democrática y alejada de los anatemas con los que la izquierda fulmina siempre esa denominación.

El triunfo de Piñera en Chile posee el mérito de revalorizar, al menos por ahora, la opción por una derecha democrática y alejada de los anatemas con los que la izquierda fulmina siempre esa denominación.

La propaganda de la izquierda ha sido tan efectiva, fundamentalmente en la Argentina, que todos –políticos y público– temen identificarse con la “derecha”. Un mínimo análisis permitiría demostrar la incoherencia con que la izquierda elabora su catálogo de derechistas; pero ese análisis rara vez puede hacerse frente al público y la incoherencia adquiere así carácter de dogma.

Si el parámetro que se toma para medir la mayor derechización es el grado de rechazo a la intervención del Estado en la economía (léase capitalismo), no se comprende entonces por qué, a expresiones como el fascismo o el nacionalsocialismo se las considera “ultraderecha”, cuando es evidente que esas corrientes han impulsado una intervención del Estado avasallante, en las antípodas del capitalismo. Se dice que, en estos casos, la pauta de catalogación es la intensidad o violencia con que se rechaza a las posiciones de izquierda y se imponen políticas de gobierno; pero entonces se está comparando manzanas con naranjas.

Otros, incluidos muchos simpatizantes de derecha, sostienen que la clasificación en izquierdas y derechas es obsoleta. Pero, como quiera que sea, la clasificación subsiste y se resiste a desaparecer del lenguaje; habrá que admitir que algún motivo tiene la supervivencia.

El arco político de los Estados Unidos exhibe más coherencia en su dialéctica, que responde a tendencias frecuentes del espíritu humano.

La creencia en la libertad, el mérito individual y el derecho a gozar de sus frutos sin el despojo por la autoridad o la delincuencia; la tendencia a la solidaridad voluntaria con tiempo y bienes propios y no con los ajenos; la fe en Dios y en mandamientos superiores a la ley humana y la afirmación de pautas morales mínimas e innegociables que caracterizan a cada sociedad desde su fundación, son algunos elementos que presentan derechas como la americana o el PP en España. En cuanto a sus deformaciones e hybris, nada diferente a la izquierda cuando gobierna.

Artículo original

El fin del arcoíris

Por primera vez, desde 1958, un candidato de “derecha”, gana una elección. Esto trae una consecuencia inmediata: hemos llegado al final del arcoíris, tal como lo conocimos en estos más de 20 años.

En algún momento tenía que suceder. Tarde o temprano, el momento iba a llegar. Las banderas de la democracia con que los buenos muchachos llegaron, bajo el símbolo de un arcoíris y un gigantesco NO, hoy ya no son su exclusividad. Por primera vez, desde que Jorge Alessandri es elegido democráticamente en 1958, que el candidato que representa a los conservadores, a la llamada “derecha” política, gana una elección. Esto trae una consecuencia inmediata: sin duda, hemos llegado al final del arcoíris, tal como lo conocimos en estos más de 20 años.

La historia empezó por allá en los ’80. Todavía muchos recuerdan, esa franja del NO, protagonizada por una buena cantidad de retornados del exilio y otros que se mantuvieron en Chile pasando piola, esa alianza pujante que prometía borrar para siempre las sombras de la sanguinaria dictadura e instaurar una democracia moderna y pujante en nuestro país. Esa alegría que ya venía.

De los logros de la Concerta, no vamos a ahondar mayormente. Suficiente tendremos en estos meses con la Bache y el séquito de viudas de Frei, que se encargarán de recordarlos con insistencia lo que les queda en el Gobierno, para hacer la salida algo más digna y pomposa. Lo que a continuación revisaremos, es quizás parte de lo feo, de esas cuentas que fue acumulando la Concertación y que el pueblo, al costo más alto que podríamos haber imaginado, le acaba de cobrar.

Recordamos aún, cuando la alegría llegó. Le decíamos “No” a Pinochet, y un grupo de ex revolucionarios renovados junto a una Democracia Cristiana “progresista” volvía al poder. En este contexto es electo Patricio Aylwin, que con su talante de viejito buena onda y abuelo reconciliador , tenía la misión de dejar contentos a moros y cristianos. Con la difícil tarea de que las cosas sigan su curso, pero que parezca que realmente la alegría ya llegó. Continuar el legado del tata pero con un hermoso frac llamado democracia. Fue el encargado de comenzar la transición pactada, aceptando que Pinochet continuara al mando de las fuerzas armadas y que un no menor número de escaños en el senado representasen el legado de la Dictadura. Aylwin, silenció.

Posteriormente, apareció Eduardito. Sí, ese mismo que hace unos días pasó a mejor vida. En 6 años, y con una habilidad impresionante –sin ir más lejos, el sagaz, virulento y combativo periodista Matías del Río opina que es el mejor Presidente de la Historia de Chile…-, logró silenciosamente y con argumentos bastante dudosos privatizar una buena parte de lo que había quedado a salvo del saqueo en los ’80. Así, Frei Ruiz-Tagle pasaría al a historia no sólo por su descomunal ñata y numerosos viajes, sino también por rematar gran parte de los recursos básicos (agua) que aún eran administrados por el Estado. (“¡Más Estado!” – Eduardo Frei, campaña elecciones presidenciales 2009).

Ante la arremetida del primer paladín y a la vez heroico mártir del cambio, Joaquín “Milkhouse” Lavín, la Concerta por primera vez tembló. Pero apareció aquel otrora dedo acusador del Dictador, con su carisma y rabioso liderazgo, a poner orden y ganar con autoridad la elección en segunda vuelta. Ricardo Lagos, quien curiosamente fuese años después apodado “Capitán Planeta” -en una muestra más del retardado humor de LUN-, dio curso a través de la CONAMA en su administración al proyecto Pascualama que había impulsado antes Eduardito, que promete hacer desaparecer glaciares y contaminar el Río Huasco, provocando un serio daño ambiental irreversible en la zona. Ni mencionar la planificación de la puesta en marcha del Transantiago, que sumió en la humillación diaria a cientos de miles de santiaguinos durante años.

Cuando a la Concerta algo de inteligencia le quedaba para designar candidatos presidenciales, Michelle Bachelet fue capaz de derrotar a Lavín y Piñera juntos en una misma elección y transformarse en la primera mujer Presidenta de nuestra historia. Con un toque maternal, la Bache fue el punto más brillante de la “alegría”. Con su estilo cándido y con la red de protección social se ganó el respeto de los chilenos. Sin embargo, la Bache pecó por omisión. El modelo económico neo-liberal fue agudizado por su Ministro de Economía Andrés Velasco, manteniendo la profunda desigualdad entre clases sociales, y conflictos como el chileno-mapuche, que se trató a punta de balas y cobardía, representando así el asesinato de nuestros pueblos originarios una vergüenza nacional ante la comunidad mundial. La Bache prefirió mirar para otro lado.

Hoy, con la elección Sebastián Piñera como Presidente de Chile para el período 2010 – 2014, el arcoíris llega a su fin. Su misión de cumplir con el pacto de transición pacífica, aceptando y profundizando el modelo neo-liberal y los lineamientos de la Constitución de 1980 a cambio de ostentar por un largo rato el poder llevando las banderas de la democracia a cuestas, está completa. El rechazo del pueblo se manifestó de la peor forma posible: eligiendo a quienes representaron simbólicamente la oposición, pero que en la práctica son los concertacionistas-extremos (¿bacheletismo-aliancista le suena?).

El fin trae como consecuencia más evidente, el inicio de la decadencia de todos los renovados de la Unidad Popular, esos que volvieron del exilio y sus estudios en EEUU para aplicar el modelo que tiene al mundo sumido en la desigualdad. Ahora, hundidos en la humillación de la derrota, pierden el crédito tanto de la mayoría del pueblo en su condición de administradores del Estado, como de la verdadera oposición al sistema, que hace largo rato dejó de ser la Concertación. Adiós a la alegría que nunca fue, y el espacio para la lucha vuelve a quedar vacío. Es la hora de tomarlo.

Artículo original

viernes, enero 22, 2010

Haití: Bomberos chilenos rescatan cuerpo de esposa del general Toro y le rinden honores

Equipos del Servicio Médico Legal iniciaron peritajes de rigor tras el hallazgo realizado por equipos del cuerpo de bomberos.

Tras una ardua labor los bomberos que se trasladaron hasta Puerto Prínicpe para ubicar a María Teresa Dowling, esposa del jefe de la misión chilena en Haití del, general Ricardo Toro, lograron rescatar el cuerpo de la mujer desde los escombros del Hotel Montana.

En una conferencia de prensa, el Jefe del Estado Mayor general Andrés Avendaño confirmó la información y dijo que Dowling fue trasladada al Hospital Argentino, "donde se van a realizar los procesos correspondientes para lograr su salida del país y el traslado a Chile".

"Fue completamente reconocida por su marido el general Toro, sin perjuicio de lo cual se hacen los exámenes correspondientes", sostuvo. "En este proceso, hablamos con el general Toro, él está tranquilo, en una realidad que presumía y que buscó por largos días el poder recuperar el cuerpo de su señora y volver con ella al país", agregó.

El general Toro, dijo el Jefe del Estado Mayor, manifestó su profundo agradecimiento al trabajo realizado por los bomberos y también por el equipo de rescate ecuatoriano que estaba presente.

Se informó además, que está previsto que el avión despegue el día sábado en la noche, para llegar a Santiago el domingo a las 10 de la mañana.

Los bomberos cubrieron el cuerpo de la mujer del general Toro con una bandera chilena y le rindieron honores, en presencia de su esposo.

Más temprano, había sido la propia Presidenta Michelle Bachelet quien desde Bolivia confirmó el hallazgo del cuerpo de Dowling.

Según informaciones oficiales, el contingente de bomberos chilenos, que arribó en la isla el martes pasado y que trabajaba en la zona de Puerto Príncipe donde desapareció María Teresa Dowling, encontró el cuerpo sin vida.

Personal de Bomberos dio con los restos de la mujer y su reconocimiento habrí­a sido posible por las vestimentas y zona donde quedó atrapada tras el terremoto que afectó a la isla­.

Dowling se encontraba en el Hotel Le Montana, en las cercaní­as del edificio de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en el momento en que ocurrió el sismo grado 7 en la escala de Richter.

En tanto, el ministro de Defensa, Francisco Vidal, confirmó la información y dijo que habían conocido la noticia del hallazgo a las cuatro de la mañana.

"Todo indica que estamos en presencia de la señora María Teresa, por datos objetivos como el reloj, una cartera que la acompañaba, que ha sido identificada por el general Toro", dijo Vidal en la conferencia de prensa.

"Recibimos un último dato que se llegó a una mano de ella, la mano izquierda, para ser exactos. Ya se identificó la huella dactilar, pero desde el punto de vista de procedimiento se requieren las dos manos. De lo que resta de la operación, calculamos que a las 14 horas chilenas se podría llegar al cuerpo completo, al lugar exacto", agregó.

Vidal sostuvo que "se cumplió la misión y quiero expresar dos cosas a nombre del gobierno de Chile, un saludo al general Toro, un hombre de entereza impresionante (...) ha tenido un comportamiento ejemplar".

El titular de Defensa sostuvo que el Estado de Chile agradece a "ese equipo de Bomberos, al comandante Goñi, que no solamente lograron la misión principal, sino que también han rescatado otros cuerpos, desde el punto de vista del gobierno, esperábamos encontrarla con vida, pero el hecho de encontrarla tranquiliza a la familia y al general".

El titular de defensa afirmó, además, que el cuerpo de María Teresa regresará a Chile en un avión hércules, apostado en Haití, y que éste no despegará sin los restos de la difunta.

Por su parte el comandante del Cuerpo de Bomberos de Santiago, Cristóbal Goñi, explicó que el hallazgo del cuerpo de Dowling se produjo "a cuatro metros de profundidad de la estructura derrumbada en el sector del gimnasio (del hotel Montana)", al que se le realizó un seguimiento con la ayuda con un ingeniero y arquitecto de bomberos además de los profesionales que construyeron el hotel.

"En primer lugar se hallaron algunas cosas propias del gimnasio y se pudo ir estableciendo una pista y se llegó a encontrar lo que ha descrito el señor ministro (Francisco Vidal)", agregó.

El comandante Goñi destacó, además, que en el lugar se se rescataron ocho personas más, las que fueron recuperadas en el desarrollo de toda la operación llegó el día martes a Puerto Príncipe. "Ellos (el cuerpo de bomberos) han trabjado noche y día, son el único grupo de rescate bomberil a nivel internacional que está trabajando a horario completo y por eso han tenido los resultados que han tenido", dijo.

Goñi dijo que el día sábado comenzará el regreso de parte del grupo de rescate.

Artículo original
ACLARACION: Este blog no es antiperuano ni nacionalista chileno. Este blog simplemente recopila y (a veces) comenta sobre artículos recopilados en la prensa nacional y mundial y que involucran a Chile. Si parece "cargado" hacia Perú, simplemente, es resultado de la publicación constante -y obsesiva- en ese país de artículos en que se relaciona a Chile. Así también, como ejemplo opuesto, no aparecen articulos argentinos, simplemente, porque en ese país no se publican notas frecuentes respecto Chile. Este blog también publica -de vez en cuando- artículos (peruanos o de medios internacionales) para desmitificar ciertas creencias peruanas -promovidas por medios de comunicación y políticos populistas de ese país- sobre que Perú ha superado el desarrollo chileno, lo que es usado en ese país para asegurar que Chile envidia a Perú y que por eso buscaría perjudicarlo. Es decir, se usa el mito de la superación peruana y la envidia, para incitar el odio antichileno en Perú.