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viernes, agosto 13, 2010

La chilena Sonda, la tecnológica latinoamericana más grande

El ingeniero Andrés Navarro es uno de los hombres de negocios más influyentes de Chile. Presidente de SONDA, la empresa de tecnologías de la información más grande de América Latina, es también integrante del directorio de otras firmas líderes en el país trasandino. Asimismo, es un actor político de considerable peso, habiendo sido el jefe de campaña de su amigo Sebastián Piñera en las elecciones de 2005 y el impulsor de una alianza de empresarios contrarios al régimen de Augusto Pinochet en los años ochenta. Entrevistado por En Perspectiva, repasó su trayectoria en el mundo empresarial y en la arena política, las características de SONDA y su visión de la vida en general. “No pretendo que mis hijos sean herederos de todo lo que con mi mujer hemos juntado en los años, así que al menos con la mitad de lo que tenemos vamos a hacer una fundación en Chile”, expresó.

EMILIANO COTELO: En 1974, cuando tenía 25 años, fundó la empresa SONDA, que hoy muchos consideran la compañía de tecnologías de la información más importante de América Latina.

Se llama Andrés Navarro y es uno de los empresarios más influyentes de Chile, donde es director de varias firmas de primera línea, como la aerolínea LAN, el canal de televisión Chilevisión y la constructora Aconcagua. Además, ha estado vinculado desde siempre a la política, durante 20 años apoyó a la Concertación y desde 2005 ha estado alineado con su amigo y socio, el hoy presidente Sebastián Piñera.

Este ingeniero de formación jesuita, que también se ha dedicado a la educación y a las obras sociales, está de visita esta semana en Montevideo, adonde llegó para participar en una reunión del Consejo Empresarial de América Latina y en las XIX Jornadas Informáticas del Uruguay.

Con él vamos a dialogar sobre su trayectoria en los negocios, su relación con la política y su visión del mundo de hoy.

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EC - Al repasar sus antecedentes veíamos que cuando usted tenía 25 años renunció como docente de Ingeniería de la Universidad Católica de Chile; acababa de graduarse, era ingeniero desde hacía poco tiempo, viajó a Alemania para ver a su selección de fútbol en el Mundial de 1974 y en ese entorno nació una empresa informática que después lo haría millonario: SONDA (Sociedad Nacional de Datos).

¿Qué lo llevó a renunciar a un cargo académico seguro para meterse en un negocio propio en un sector que por entonces apenas se insinuaba?

ANDRÉS NAVARRO: Hubo dos cosas. Yo estaba contratado por la Universidad Católica en el año 1973, y, como ustedes deben recordar, en setiembre de ese año hubo un golpe militar en Chile, el rector de la universidad fue removido de su cargo, pusieron, increíblemente, de rector a un almirante de la Marina chilena, y la universidad cambió radicalmente. Había sido una universidad donde el pluralismo era la tónica central de la convivencia universitaria, y no me sentí cómodo con el cambio. Fui responsable, terminé el semestre siguiente, los cursos que tenía comprometidos, y terminado, el curso el 30 de junio, renuncié a la universidad. Y sin nada que hacer, dije “voy al Mundial de Alemania”; Chile tenía un tremendo equipo, jugaba Elías Figueroa –que jugó en Uruguay en Peñarol–, jugaba Quintano, jugaba Reinoso, que después fue bastante famoso en México. Así que pensábamos tener un buen equipo, de hecho perdimos apenas por 1 a 0 con Alemania, el local, por un gol que si Breitner dispara 20 veces no lo mete, y que entró al ángulo. Entre partido y partido me dediqué a escribir el proyecto que finalmente resultó ser la empresa.

EC - ¿Qué era SONDA en aquel momento, en su génesis?

AN - Yo había hecho mi tesis para recibirme de ingeniero sobre un tema en que tuve que usar mucho computadora, aprendí la programación de computadora y el uso, y descubrí que en Chile los servicios, la disponibilidad de asesores y programadores era muy escasa. Así que decidí que era una buena idea iniciar una compañía en ese sector, sumado a que yo había vivido en Virginia, Estados Unidos, un tiempo largo, en los años 1965, 1966, y llegué a la conclusión de que era tan abismal la diferencia entre la sociedad chilena de la época y la sociedad americana que empecé a preguntarme dónde estaban esas diferencias. Y una de las conclusiones a las que llegué fue que el americano usaba la tecnología en la empresa, en la educación, en la sociedad en general con una intensidad de un orden de magnitud mayor que nosotros. Yo llegué a vivir en una casa que era muy distinta de la mía; yo en la mañana tenía que levantarme y hacer mi cama, en lo que me demoraba cinco, seis, siete minutos, porque había que poner frazadas, sábanas, y allá todo era simple, mi cama era un plumón, se hacía en un minuto. Mi madre al preparar el desayuno ponía un tostador de pan y la leche a calentar, y siempre o se quemaba el pan o se subía la leche; allá era muy simple, el pan se metía en una maquinita y saltaba solo cuando estaba pronto, y la leche se tomaba fría, nadie la calentaba. Todo simple, pequeñas tecnologías que facilitaban la vida. Dije: este país tiene otro nivel de productividad y de eficiencia, gracias a que arriesgan en usar métodos y tecnologías que nosotros no usamos.

EC - Por esos principios se larga con la experiencia de SONDA, que con el correr de los años ha ido creciendo. Yo decía que es la mayor compañía latinoamericana de servicios de tecnologías de la información; ¿usted también tiene esa apreciación?

AN - Hay dos maneras de medirlo; una es por ventas, y por ventas SONDA este año va a vender aproximadamente 1.000 millones de dólares, y la que la sigue es una compañía brasileña que debe de ser 60% de ese tamaño. Y tenemos 10.000 empleados.

EC - ¿Qué tipo de servicios brindan?

AN - Nos gusta pensar que vendemos soluciones a problemas empresariales, institucionales o de gobierno, soluciones que para realizarlas deben usarse intensivamente las tecnologías digitales. Eso significa juntar elementos, juntar programas de computación, software, juntar servicios y equipos y hacer un todo que funcione y que resuelva problemas.

EC - ¿Con qué capital inicial nació SONDA?

AN - El capital no fue menor. Yo hice un proyecto, lo envié a empresarios chilenos y levanté aproximadamente 700.000 dólares de deuda.

EC - ¿Cuánto vale hoy SONDA?

AN - En bolsa está cotizada en 1.350 millones de dólares.

EC - Hoy opera en nueve países: Chile, Argentina, Brasil, Uruguay, Colombia, Costa Rica, Ecuador, México, Perú…

AN - Tenemos clientes en toda América, pero tenemos los centros de delivery, de entrega de servicios, en unas 25 ciudades, que están repartidas en estos nueve países.

EC - ¿Cuál es su impresión a partir de esa experiencia? ¿Cómo ve a esta región? ¿Qué perspectivas económicas se presentan en esta parte del mundo?

AN - En primer lugar, mi visión inicial estaba muy influida por lo que yo había estudiado en historia, la teoría bolivariana de que América Latina era un continente hermano donde todos hablábamos el mismo idioma, etcétera. Y luego descubrí –la frase no es mía, no recuerdo de quién es– que América Latina era un conjunto de países separados por un idioma común. Éramos demasiado diferentes, teníamos demasiados conflictos, conflictos ridículos muchas veces, por pequeños límites, fronteras, y que la realidad de cada país no era igual. Así que tuvimos que construir una organización específica en cada uno de estos países, muy intensiva en ingenieros y gentes locales que entendieran la forma de operar de ese país, que entendieran las reglas, las explícitas y las no explícitas, de modo que facilitara nuestra tarea.

EC - ¿O sea que SONDA no es una, SONDA es varias, casi tantas como los países donde está instalada?

AN - Eso en cuanto a adaptarnos a las condiciones locales, pero somos una en cuanto al conjunto de valores que inspiran nuestro quehacer.

EC - Vamos a una visión más global a propósito de cómo está esta zona del mundo hoy…

AN - Le estoy hablando de hace 20 años, hoy ha cambiado poco.

EC - La pregunta era a propósito de hoy, incluso en este escenario nuevo en el que ha quedado bastante bien parada pese a la crisis financiera internacional que empezó en el año 2008. ¿Cuál es su análisis?

AN - Pienso que ha habido mucho progreso. Más gracias al comercio y a la inversión que han ocurrido en distintos países y empresas multinacionales latinoamericanas. También ha habido algún avance político de integración, a pesar de ciertos retrocesos; ahora en Venezuela el principal bolivariano se ha transformado en un hombre relativamente conflictivo para algunos otros países. Pero en la América Latina de hoy, comparada con la de hace 20 años, somos más cercanos, estamos mejor comunicados y nos parecemos más.

Políticamente no olvidemos que cuando nosotros comenzamos, en los años setenta y ochenta, había visiones políticas contrapuestas, ganaba la elección un bando y el país se movía en una dirección absolutamente opuesta que si hubiera ganado el otro. Hoy ocurre que en Chile ganó el presidente Lagos, presidente socialista, después Michelle Bachelet, que era socialista, ahora ha ganado un candidato más bien de centroderecha, y las políticas no cambian, el país sigue yendo en la misma dirección. Me da mucha alegría constatar que en toda América Latina se ha ido produciendo un cierto consenso primero en la sociedad, y que luego se refleja en los partidos políticos, de que nuestra estrategia de desarrollo es la misma, sea quien sea quien gobierne.

***

JUAN ANDRÉS ELHORDOY: Está claro que el sector en el que se mueve SONDA es muy competitivo a nivel mundial. De hecho, armó una empresa en el año 1974 que se desarrolló pese a que hay grandes jugadores que de repente no miraban tanto a la región en su momento, pero América Latina, América del Sur, se hace cada vez más atractiva, hoy aparece como una fuente de interés para grandes inversores.

¿Cómo se da eso de esas diferencias culturales que se han ido minimizando, que usted y su empresa lo han aprovechado con el conocimiento por ser latinoamericano? ¿Cómo se da con los que vienen de fuera a instalarse y ser fuerte competencia en este negocio?

AN - En primer lugar, hay dos tipos de competidores, a los que les tenemos mucho respeto. Hay un primer competidor que vimos siempre, que son las empresas norteamericanas representadas por IBM, que ya era un jugador relevante en la región, que comenzó muy tempranamente a interesarse en América Latina. IBM fue una compañía fundada por cuáqueros. Watson, fundador de IBM, era un cuáquero, como consecuencia muy disciplinado, y generó una compañía reglada, reglamentada, en la que estaba estipulado cómo se hace todo, tú llegabas a esa compañía y había un manual que te decía cómo te debías comportar frente a un cliente, frente a un llamado telefónico, cómo escribir una carta, cómo vestirte.

JAE - Para cualquier país.

AN - Y funcionaba maravillosamente bien. Nosotros, conociendo a IBM, habiendo leído libros de Watson, decidimos hacer una empresa todo lo contrario, una empresa informal, con pocas reglas, donde se valoraran más el espíritu, el entusiasmo y los hábitos que las reglas. SONDA sigue siendo una compañía sin reglamento interno y sin horario, no existe un horario exacto de entrada. Lo que incentivamos es que tú trabajas a la misma hora que trabaja tu cliente.

Y el segundo tipo de competidor son empresas que vienen de la India y venden el concepto de offshoring, que dice “en la India tenemos una productividad enorme, entonces mientras tú duermes nosotros hacemos el trabajo y te lo entregamos al día siguiente para que puedas usarlo”. Nosotros vendemos lo contrario, vendemos nearshore: “Somos una empresa que está cerca de ti, hablamos tu mismo idioma, vivimos en tu misma región, y cuanto tú duermes nosotros también dormimos, y cuando tú estás despierto trabajamos contigo”.

Así fuimos creciendo y pasamos de ser una empresa pequeña que estaba en Chile, Argentina, unos pocos países, a ser la más grande de las empresas latinoamericanas, y la más pequeña de las tres multinacionales. Hay dos multinacionales grandes, somos la pequeña de las grandes y la más grande de las pequeñas, y seguimos con el mismo concepto de nearshore, de estar cercanos en idioma, costumbres, idiosincrasia, y que dormimos juntos.

EC - ¿Qué perspectivas ve para Uruguay en esa industria que usted conoce tan bien, la de las tecnologías de la información?

AN - Uruguay tiene tres singularidades. Una que es un país pequeño, bastante homogéneo, con un nivel de educación relativamente bueno, una clase media fuerte. Uruguay tiene un sistema educacional que ha estado bastante por sobre el promedio de América Latina, y eso hizo que la industria de software uruguaya, si bien no sea demasiado grande, en términos de producto per cápita es una de las mayores de la región. Uruguay exporta 250 millones de dólares por año en software, para un país de poco más de tres millones de habitantes no está mal. Y la tercera característica en nuestro sector de Uruguay, de donde lo estamos mirando, es este proyecto Ceibal que hizo el gobierno de Tabaré Vázquez, que ha sido muy observado por nosotros y por otros, que es llevar desde temprano el computador al niño, y que desde el punto de vista nuestro el resultado ha sido magnífico, pero no por eso.

EC - ¿En qué sentido?

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1 comentario:

  1. "...dije “voy al Mundial de Alemania”; Chile tenía un tremendo equipo, jugaba Elías Figueroa –que jugó en Uruguay en Peñarol–, jugaba Quintano, jugaba Reinoso, que después fue bastante famoso en México."
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    ¿Y Carlos Caszely cnchdtmdr???
    Te olvidastes de ese gran jugador de los 70-80s????

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ACLARACION: Este blog no es antiperuano ni nacionalista chileno. Este blog simplemente recopila y (a veces) comenta sobre artículos recopilados en la prensa nacional y mundial y que involucran a Chile. Si parece "cargado" hacia Perú, simplemente, es resultado de la publicación constante -y obsesiva- en ese país de artículos en que se relaciona a Chile. Así también, como ejemplo opuesto, no aparecen articulos argentinos, simplemente, porque en ese país no se publican notas frecuentes respecto Chile. Este blog también publica -de vez en cuando- artículos (peruanos o de medios internacionales) para desmitificar ciertas creencias peruanas -promovidas por medios de comunicación y políticos populistas de ese país- sobre que Perú ha superado el desarrollo chileno, lo que es usado en ese país para asegurar que Chile envidia a Perú y que por eso buscaría perjudicarlo. Es decir, se usa el mito de la superación peruana y la envidia, para incitar el odio antichileno en Perú.