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lunes, febrero 15, 2010

Tabaré Vázquez, una sombra en el futuro de José Insulza en OEA

El actual secretario es cuestionado por su reacción ante crisis como la de Honduras o la guerra contra los medios en Venezuela

BUENOS AIRES, ARGENTINA.- Considerando los duros cuestionamientos que le llueven desde Washington y varios de los países miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza podría no tener totalmente allanado el camino a la reelección al frente del organismo americano, como creyó después del explícito apoyo que le brindara el presidente electo de Chile, Sebastián Piñera.

La situación podría empeorar si en los próximos días el mandatario uruguayo, Tabaré Vázquez, abre las puertas a algunos sondeos para evaluar si después del primero de marzo, día en que entregará el mando a José “Pepe” Mujica, se transforma en un candidato alternativo para la conducción de la OEA, en la elección del 24 de marzo.

“Lo hemos consultado informalmente y quedó en contestar. Sería un buen candidato, un hombre de consenso y ayudaría a que se regresara a que sean ex presidentes quienes estén al frente de la OEA (como el caso de César Gaviria) que necesita rápidamente una profunda reforma, y sería un gusto hacer campaña por el presidente Tabaré”, dijo un experto en la OEA y actual hombre de consulta para temas latinoamericanos en el Partido Demócrata, que pidió permanecer en el anonimato.

No sólo fue el lapidario informe de Carl Meacham, especialista en temas latinoamericanos del Partido Repúblicano, y el duro editorial de “The Washington Post”, sino un sector importante de la administración del presidente estadounidense Barack Obama los que han manifestado su descontento con la gestión de Insulza, cuyos cuestionamientos más serios llegan desde Perú y México, pasando por Colombia, por la gris participación de la OEA en conflictos como el de Honduras, o los oídos sordos que la secretaría general hizo ante los reclamos de la oposición y los medios de comunicación en Venezuela.

Paradójicamente, el presidente venezolano, Hugo Chávez, también manifestó en días pasados su descontento con Insulza, a quien pidió que separe de su cargo al argentino Santiago Cantón, jefe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), por lo que algunas fuentes bolivianas dejaron trascender que los países de la Alternativa Bolivariana para las Américas (Alba, formada por Venezuela, Bolivia, Nicaragua y Ecuador) podrían calibrar la idea de un candidato alternativo.

“Ya tenemos los votos necesarios para la reelección de Insulza”, dijo hace unos días el canciller chileno Mariano Fernández, cuando el actual secretario general de la organización fue poyado y elogiado públicamente por Piñera, al tiempo que Brasil ya avisó que no presentará candidato.

“Cómo se puede proponer un cambio y sostener a una persona (Insulza) que frena el cambio (en la OEA)”, sostiene el asesor de los demócrata.

En esa línea, el canciller peruano José Luis García Belaunde, expresó el viernes que su Gobierno “está a favor de un cambio en la OEA”, que celebrará elecciones para renovar su liderazgo el 24 de marzo en Washington, donde desde hace meses se viene buscando un candidato para confrontar al chileno.

Primero volvieron a poner sobre la mesa el nombre del ex presidente salvadoreño Francisco Flores, quien ya fuera precandidato en 2005, por lo cual se le descartó.

Después, el del peruano Alejandro Toledo, quien quedó fuera de análisis porque no se descarta que volverá a ser candidato a la presidencia en 2011, y ahora la opción que aparece cómo más viable y con posibilidades de crecer en la recta final hacia la elección sería la de Vázquez, siempre y cuando diga que está dispuesto a escuchar “sondeos” más formales y hasta una propuesta en firme para trabajar su candidatura, lo que podría complicar los planes reeleccionistas de Insulza, en los que se embarcó, antes de asumir en el Gobierno, el propio Piñera.

Análisis

El laberinto

Orestes E. Díaz Rodríguez

Dentro del congestionado calendario electoral de Latinoamérica destacan este año las elecciones a secretario general de la OEA.

Estados Unidos ha emitido al menos dos señales sobre ese evento. Hillary Clinton aseguró en una carta al Gobierno de Chile que dará “cuidadosa consideración” a la candidatura de José Miguel Insulza. Mientras un editorial del “Washington Post” destaca que la OEA fracasó en su intento de promover la democracia representativa en Latinoamérica y recomienda al Gobierno de Barack Obama oponerse a la reelección de Insulza y revisar el apoyo financiero a la entidad. El problema del Gobierno de Estados Unidos es que cinco años atrás fracasó en imponer un candidato viable para secretario general y, en la actualidad, su propuesta no tendría asegurada tampoco los apoyos necesarios.

Insulza también tiene sus propias dificultades. La OEA no dijo la última palabra en la crisis hondureña e intenta dar visos de legitimidad a la solución que allí se impuso. La institución no alcanzó a diseñar una respuesta interamericana a aquellos casos cuando los actos de la propia presidencia de una nación pisotean el régimen constitucional. Mientras su reelección no ha recibido el visto bueno del Gobierno de su país.

Pero quien más problemas tiene es la propia OEA. La organización tiene que lidiar con el hecho de que su sostén financiero es el principal saboteador de su gestión. Honduras fue sólo el último capítulo de esa saga.

La OEA sufre las consecuencias de la inequidad que caracteriza a la región, donde simples miembros emergentes del concierto de naciones tienen que lidiar con los intereses de una potencia acostumbrada más al dictado y el veto que al diálogo y los consensos. El interés de que la organización no continúe siendo marioneta de los intereses norteños, gravita aún en el terreno de la ficción.

Quien más resiente la inequidad es la institucionalidad democrática. El esfuerzo de conservar un frente común o un consenso ante el gigante está anulando, hasta el momento, la capacidad de jugar un papel activo en la contención de las trasgresiones constitucionales al interior de sus países miembros alentadas desde el Poder Ejecutivo.

Un mar encrespado y una elección no menos tormentosa aguardan al futuro capitán.

Artículo original

1 comentario:

  1. Anónimo7:39 p.m.

    Insulza se ha comportado como tal y como lo describe el Washington Post.

    No cabe en la OEA uno que le baile el son a Fidel y al iluminado aunque sea chileno.

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ACLARACION: Este blog no es antiperuano ni nacionalista chileno. Este blog simplemente recopila y (a veces) comenta sobre artículos recopilados en la prensa nacional y mundial y que involucran a Chile. Si parece "cargado" hacia Perú, simplemente, es resultado de la publicación constante -y obsesiva- en ese país de artículos en que se relaciona a Chile. Así también, como ejemplo opuesto, no aparecen articulos argentinos, simplemente, porque en ese país no se publican notas frecuentes respecto Chile. Este blog también publica -de vez en cuando- artículos (peruanos o de medios internacionales) para desmitificar ciertas creencias peruanas -promovidas por medios de comunicación y políticos populistas de ese país- sobre que Perú ha superado el desarrollo chileno, lo que es usado en ese país para asegurar que Chile envidia a Perú y que por eso buscaría perjudicarlo. Es decir, se usa el mito de la superación peruana y la envidia, para incitar el odio antichileno en Perú.